En un contexto marcado por la discusión nacional sobre la posible quita de la deuda a las comunidades autónomas, el presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, expresó su preocupación ante lo que calificó como un «juego de trilerismo político inaceptable». La crítica fue hecha pública tras un evento en Guadalajara, donde Núñez subrayó que, independientemente de la forma en que se gestione la deuda, esta deberá ser cubierta finalmente por la ciudadanía, sea como parte de Castilla-La Mancha o como miembros del conjunto de España.
Núñez fue categórico al afirmar que la forma de pago de la deuda, ya sea a través de Bizum o transferencia bancaria, no alterará el hecho de que la región no obtendrá «ni un euro» de ventaja económica de estas decisiones. En su declaración, lanzó un llamado al presidente regional, Emiliano García-Page, solicitándole que reconsidere su alineamiento con el gobierno central.
Según Núñez, la postura de García-Page, en sintonía con las propuestas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podría derivar en una situación donde Cataluña reciba una financiación especial que el líder del PP castellanomanchego describe como un «cheque en blanco». Esta perspectiva, argumentó Núñez, solo serviría para consolidar negociaciones centralizadas que, en última instancia, afectarían a Castilla-La Mancha y otras regiones.
El debate sobre la quita de deuda y la supuesta ventaja económica para ciertas comunidades genera un clima de incertidumbre política que, de acuerdo con Núñez, requiere una reflexión seria por parte de los líderes regionales para evitar que medidas centralizadas perjudiquen el equilibrio financiero y social interterritorial en el país. En este marco, el líder popular urgió a una mayor transparencia y equidad en las decisiones gubernamentales que establecen precedentes para el futuro económico de España.