Guadalajara vivió este domingo una jornada llena de emoción y fervor, al conmemorar una de sus tradiciones más significativas: la Ofrenda Floral a la Virgen de la Antigua, patrona de la ciudad desde 1883. Este acto, celebrado en la Concatedral de Santa María, marca el preludio de la festividad en honor a la virgen, y reunió a una multitud variopinta compuesta por autoridades, colectivos ciudadanos, asociaciones y vecinos, según informó el Ayuntamiento de Guadalajara.
Encabezando la ofrenda se encontraba la alcaldesa Ana Guarinos, quien representó a la ciudad junto a miembros de las principales instituciones y la Corporación municipal. La ceremonia contó también con la presencia de alcaldes pedáneos de los barrios anexionados y una amplia representación del tejido social, cultural, vecinal y religioso de Guadalajara.
Durante la ceremonia, Guarinos dirigió una rogativa a la Virgen de la Antigua, en la que expresó un profundo agradecimiento por la protección brindada a lo largo de los años y solicitó su ayuda para los más necesitados, especialmente aquellos afectados por fenómenos naturales como la dana o los incendios. En su oración, la alcaldesa también abogó por la salud, la paz y la unidad de todos los guadalajareños, reafirmando a la Virgen como «alcaldesa perpetua de esta ciudad».
El evento comenzó con un sentido canto de bienvenida y la lectura de un pasaje bíblico, seguido por la intervención de Segundo Vicente Martínez, arcipreste de Guadalajara. A continuación, se llevó a cabo la ofrenda floral, en la que participaron más de medio centenar de entidades entre las que se encontraban cofradías, colegios profesionales, asociaciones de mujeres, vecinos, mayores, ONG, peñas recreativas y clubes deportivos.
La ceremonia culminó con el canto de la salve y el himno a la Virgen de la Antigua, en un ambiente cargado de recogimiento y fervor popular. Este acto, uno de los pilares de las Ferias y Fiestas de Guadalajara, volvió a mostrar el profundo apego de la comunidad hacia esta tradición centenaria.