La Fiscalía ha formulado una acusación contra un hombre en Albacete, solicitando una pena de cuatro años de prisión por presunta estafa. El acusado ha sido señalado por haber engañado a múltiples personas, acumulando inversiones cercanas a los 200.000 euros mediante sociedades mercantiles ficticias.
De acuerdo con el comunicado de la acusación, las actividades fraudulentas comenzaron en 2013. En aquel entonces, el acusado convenció a dos hermanos para que invirtieran 112.000 euros en un proyecto de instalación de plantas de biomasa. A cambio, les prometió la devolución de su inversión en un plazo de dos años con un interés del 7,5%. Sin embargo, al vencerse el plazo, el acusado no mostró intención alguna de honrar su promesa, a pesar de las reiteradas solicitudes de las víctimas.
Según la Fiscalía, la sociedad donde se realizó la inversión estaba inactiva y no tenía la capacidad para llevar a cabo el proyecto propuesto. Además, se descubrió que esa empresa había sufrido pérdidas de hasta 150.000 euros en los años posteriores. Otra mercantil asociada enfrentaba un expediente abierto por el Ministerio de Energía desde abril de 2013, un hecho que el acusado había ocultado a los inversores.
La investigación reveló que el acusado también había captado 82.000 euros adicionales de cuatro víctimas más, asegurando destinar esos fondos a proyectos nunca iniciados. En realidad, el dinero fue desviado para beneficio personal del procesado y sus entidades cercanas.
En representación de las víctimas de esta supuesta estafa, la Fiscalía ha solicitado, además de la pena de prisión, una multa de 750.000 euros y una indemnización que excede los 200.000 euros. El juicio está programado para este lunes en la Sala Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete. La sentencia de este caso podría sentar un precedente importante en la lucha contra el fraude financiero en la región.