El Gobierno de Castilla-La Mancha ha demostrado su firme compromiso con el desarrollo de las zonas rurales mediante un incremento significativo en su aportación a los fondos LEADER, que ahora pasa del 5 al 10 por ciento de los fondos FEADER. José Juan Fernández, director general de Desarrollo Rural, destacó esta medida en un acto celebrado en Villalba de la Sierra, apuntando que es un reflejo del impulso del presidente Emiliano García-Page.
Durante la firma de 14 contratos de ayudas LEADER por parte del Grupo de Desarrollo Rural PRODESE, Fernández destacó el papel fundamental de estos grupos en la dinamización de los pueblos. El evento contó con la participación del delegado provincial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural en Cuenca, Rodrigo Fernández, y la presidenta de PRODESE, Coral Pardo.
Las ayudas, que superan los 504.000 euros, permitirán una inversión total de más de 882.000 euros en la Serranía de Cuenca. Este apoyo se distribuye entre 12 ayuntamientos, que recibirán 482.000 euros para proyectos con un valor global de más de 851.000 euros, y dos asociaciones, que obtendrán 22.000 euros para iniciativas valoradas en más de 30.500 euros.
Fernández recordó que en el periodo 2014-2022 se llevaron a cabo más de 5.000 proyectos en la región, consolidando más de 12.000 empleos gracias a una eficiente ejecución del presupuesto. Con una nueva dotación de 94 millones de euros para el periodo 2023-2027, se espera seguir fomentando el empleo, el emprendimiento local y la mejora de las infraestructuras.
Entre los beneficiarios de las ayudas se incluyen proyectos para mejorar servicios y espacios públicos, como la instalación de una silla elevadora en Carboneras de Guadazaón, la reparación del muro del puente histórico de El Tobar en Beteta, y la rehabilitación de la antigua tahona de Talayuelas para uso cultural.
Otras iniciativas destacan la creación de un centro de emprendimiento en Villalba de la Sierra, la adecuación de un espacio para actividades agroforestales en Cardenete y la instalación de esculturas en Huélamo en homenaje a los Gancheros del Júcar.
Estos proyectos subrayan la utilidad del programa LEADER, que según Fernández, mejora servicios, fomenta la actividad económica y refuerza la cohesión territorial. El reto ahora es maximizar el uso de cada euro invertido para mejorar la calidad de vida, fijar población y generar oportunidades en la región.






