En una ceremonia repleta de emotividad y significado histórico, el Centro Cultural La Asunción en Albacete fue testigo este viernes de un acontecimiento sin precedentes. Alba Redondo, futbolista internacional y Campeona del Mundo, recibió la Medalla de Oro, de Honor y Gratitud de la Provincia de Albacete, convirtiéndose en la primera mujer en la historia en recibir esta prestigiosa distinción por la provincia.
El solemne acto fue presidido por Santi Cabañero, presidente de la Diputación, quien destacó la relevancia del reconocimiento no solo como un honor personal para Alba, sino como un hito histórico. Celebró el impacto educativo, deportivo y social que ha tenido la carrera de Redondo, subrayando cómo educa con su ejemplo y se convierte en un modelo a seguir dentro y fuera del campo de juego.
Cabañero enfatizó la importancia de la educación en la trayectoria de Alba, desde sus humildes comienzos en el Fundación Albacete hasta lograr la cima en el fútbol mundial. Resaltó su influencia positiva como un símbolo de igualdad y un referente para las nuevas generaciones.
El momento más emotivo llegó cuando Cabañero mencionó el vínculo especial de Alba con su difunto tío, subrayando que ella vive su carrera con memoria y sentido. Destacó que sus logros trascienden lo deportivo, motivando a jóvenes a perseguir sus sueños.
Siendo la primera mujer en recibir este honor, en 2025, Cabañero reflexionó sobre cómo el reconocimiento pudo haber llegado antes. Sin embargo, prefirió celebrar y agradecer este significativo avance, afirmando que Alba también representa a las mujeres a las que se les negó la oportunidad de destacar.
Visiblemente emocionada, Alba Redondo agradeció a sus compañeras de equipo, exentrenadores y familia, dedicando palabras especialmente cálidas a su esposa Cristina. Matías Martínez, su primer entrenador, recordó su evolución desde los primeros pasos en el fútbol, destacando su humildad, coraje y la normalización de la presencia femenina en este deporte.
El evento incluyó emotivas interpretaciones musicales y culminó con la entrega de la Medalla de Oro y el pin institucional a Alba Redondo, marcando un momento histórico para la provincia y el país.
Con este reconocimiento, Albacete no solo celebra a una deportista excepcional, sino también a una mujer que ha despejado el camino para muchas otras, demostrando la importancia del talento, la igualdad de género y la inspiración como fundamentos para un futuro prometedor.
