En un preocupante e insistente contexto de violencia de género, los últimos datos revelan una alarmante tendencia en Castilla-La Mancha, donde las denuncias por maltrato han experimentado un incremento del 6,2% durante el segundo trimestre de 2025. Esta región se sitúa ahora como la séptima comunidad autónoma en España con mayor número de casos activos de violencia machista.
El significativo aumento se traduce en 5.715 mujeres valientes que han decidido alzar la voz, denunciando a sus agresores. Este aumento de denuncias no solo refleja la persistencia del problema, sino también una creciente concienciación sobre la importancia de romper el silencio y buscar justicia.
La situación en Castilla-La Mancha es un reflejo de la dolorosa realidad nacional, donde 38 mujeres han perdido la vida a manos de sus agresores en lo que va del año, incluyendo un trágico caso en Guadalajara. Estos números resaltan la urgencia de implementar medidas efectivas y ofrecer un apoyo integral a las víctimas de violencia de género, quienes enfrentan cotidianamente un entorno hostil y peligroso.
Sin embargo, el desafío no es únicamente aumentar las cifras de denuncias, sino también mejorar cualitativamente las respuestas en términos de políticas públicas. Se requiere la implementación de estrategias robustas que prioricen la prevención, ofrezcan protección efectiva y faciliten la rehabilitación de las víctimas y sus familias.
La situación demanda una respuesta contundente tanto de la sociedad como de las instituciones. Por ello, Castilla-La Mancha y el resto del país deben redoblar sus esfuerzos para erradicar esta lacra social y garantizar que ninguna mujer se sienta sola o desprotegida en su lucha por una vida libre de violencia.


















