La vicepresidenta primera de la Diputación de Ciudad Real, María Jesús Pelayo, destacó la importancia de la carrera Legado Quijote como un símbolo del orgullo manchego en la final de una de sus etapas. El evento, fuertemente vinculado al 420 aniversario de la primera parte del Quijote, celebró no solo la cultura cervantina, sino también el patrimonio y valores de Castilla-La Mancha.
Durante la celebración en la sierra de Campo de Criptana, Pelayo expresó su gratitud hacia el alcalde Santiago Lázaro por acoger el evento, así como a los municipios de Puerto Lápice, Herencia, Alcázar de San Juan y Campo de Criptana. La carrera, única en España, no solamente pone en valor elementos icónicos como Don Quijote y los molinos, sino que también resalta la rica identidad regional.
Pelayo explicó que esta carrera por relevos persigue el objetivo de difundir el patrimonio local y atraer visitantes de diferentes comunidades como Galicia, Valencia, Jaén y Córdoba. La vicepresidenta destacó cómo estos eventos permiten a los participantes llevarse una imagen viva de la calidad de vida y hospitalidad que ofrece Castilla-La Mancha. Además, subrayó el impacto positivo en la economía y el turismo durante el fin de semana de la carrera.
La vicepresidenta agradeció igualmente a los medios de comunicación por su papel fundamental en la difusión de la iniciativa, y resaltó la importancia de la colaboración interadministrativa para proteger y promover el patrimonio regional, más allá de las diferencias políticas.
El evento también tuvo un componente solidario, con fondos destinados a la Asociación Contra el Cáncer de Campo de Criptana. María Ángeles Reillo, presidenta de la asociación, recibió agradecimientos especiales, siendo todos los fondos recaudados dedicados a esta causa benéfica.
Finalmente, María Jesús Pelayo felicitó a los corredores por su participación y reafirmó el compromiso de la Diputación de apoyar iniciativas que fortalezcan la identidad manchega y generen beneficios para los habitantes de la provincia.
