En el colegio Salesiano de Puertollano, el espíritu navideño ha cobrado vida con la creación de un espectacular belén viviente organizado por trescientos escolares de infantil y primaria, junto a otras doscientas personas implicadas en el montaje de las escenas bíblicas. El patio del colegio se ha transformado en un universo de personajes y escenas donde se representan el nacimiento, los Reyes Magos, el Palacio de Herodes, escribas, panadería, frutería, carpintería, lavanderas, pastores y el emblemático árbol de los sueños.
El alcalde, Miguel Ángel Ruiz, y la concejal de educación, Marian Martín-Albo, visitaron el colegio junto con Sergio Oter, director del centro, para recorrer las diferentes escenificaciones. Antonio Gómez Ortiz, coordinador general de FP, comentó que la iniciativa surgió del equipo directivo con el fin de integrar a los escolares de infantil y primaria en la tradición de los belenes, fomentando su ilusión y participación activa.
El proyecto ha sido un esfuerzo conjunto de toda la comunidad escolar. Cada grupo del colegio asumió diferentes tareas en la elaboración del atrezzo y el montaje, contando con el apoyo de las catequistas, la comunidad salesiana y las familias. A cada ciclo y curso le fue asignado un papel diferente, desde panaderos y fruteros hasta pastores y estrellas. Las familias, fundamentales en este proceso, colaboraron en la confección de los trajes y la fabricación de elementos como la frutería y la panadería, supervisadas por los alumnos de grado básico de Formación Profesional. Según Ortiz, desde el primer momento las familias mostraron entusiasmo y colaboración al unirse al proyecto.
Además, el belén viviente cuenta con una zona de solidaridad donde se venden dulces y flores de Pascua a beneficio de las Misiones Salesianas y la panadería de Belén de la asociación de María Auxiliadora (Adma). Este espacio también ofrece una chocolatada para todos los participantes, gracias a la colaboración de la asociación de madres y padres de alumnos.
El evento ha generado un gran impacto en la comunidad local, resaltando el compromiso de todas las partes involucradas para llevar a cabo esta representación única del belén viviente, demostrando que la cooperación y el entusiasmo pueden convertir cualquier idea en una experiencia inolvidable.
