El Hospital Universitario de Cuenca ha iniciado oficialmente su actividad, marcando un hito significativo en el compromiso político y social con la provincia. José Luis Martínez Guijarro, vicepresidente primero del Gobierno regional, ha destacado que este logro representa la culminación de uno de los mayores compromisos del Ejecutivo regional, sentando las bases para una atención sanitaria de excelencia en Cuenca.
El día de la inauguración del hospital cobró un giro especial con los primeros ingresos: dos recién nacidos conquenses que inauguran esta nueva etapa del centro. Curiosamente, uno de los últimos ingresos en el antiguo hospital Virgen de la Luz también fue para atender un nacimiento, cerrando así un ciclo de seis décadas de servicio de este último.
El nuevo hospital ha comenzado a operar todas sus actividades asistenciales, incluyendo el servicio de urgencias desde las 08:00 horas. José Luis Martínez Guijarro ha expresado su satisfacción por este paso definitivo, destacando que la labor de 400 nuevos profesionales se sumará a la de los ya veteranos, garantizando así una de las mejores atenciones sanitarias del mundo.
El traslado del hospital ha sido una operación meticulosamente planificada, llevada a cabo en 138 días desde la primera resonancia magnética el 29 de julio. Este esfuerzo logístico ha contado con el compromiso y dedicación de unos cien profesionales del Área de Cuenca. El equipo, liderado por José Antonio Ballesteros, director gerente del Área Integrada de Cuenca, ha trabajado durante años en el diseño y la ejecución de este traslado.
El dispositivo implicó a diez enfermeros y diez técnicos, quienes en múltiples caravanas de ambulancias están llevando a cabo el traslado de pacientes. Este operativo se realizará de manera escalonada a lo largo de toda la semana, asegurando una transición fluida de servicios.
El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, ha subrayado el entusiasmo y la emoción con que toda la ciudad recibe este nuevo centro hospitalario. La inauguración del Hospital Universitario de Cuenca no solo representa una mejora en la infraestructura sanitaria, sino también un simbolismo de progreso y dedicación a la salud de la comunidad conquense.


















