El Diario Oficial de Castilla-La Mancha ha publicado hoy la Ley de Presupuestos Generales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para el año 2026. Esta legislación, que entrará en vigor el próximo 1 de enero, se centra en reforzar el empleo, la inversión y la cohesión social, siguiendo el camino de prosperidad iniciado en 2015 con la llegada del presidente García-Page al Gobierno, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y el bienestar de todos los ciudadanos en la región.
Los presupuestos, que fueron aprobados por las Cortes de Castilla-La Mancha el pasado 17 de diciembre, ascienden a 12.903 millones de euros, lo que representa un incremento del 1,5% en comparación con el ejercicio anterior. Estos recursos están estructurados en torno a cuatro pilares fundamentales, según explicó el consejero de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital, Juan Alfonso Ruiz Molina: el Estado del Bienestar, la actividad empresarial y el empleo, la transformación digital y la transición ecológica, así como el reto demográfico.
El presupuesto destina un 72% del gasto no financiero, equivalente a 7.500 millones de euros, a reforzar el Estado del Bienestar y promover la cohesión social en la comunidad. Además, se asignan 3.200 millones de euros para fomentar la actividad empresarial y la creación de empleo, con el propósito de mantener y mejorar los servicios públicos esenciales.
Por otro lado, se han destinado más de 2.100 millones de euros para acelerar la transformación digital y la transición ecológica, aspectos clave para incentivar una economía más sostenible y competitiva en Castilla-La Mancha. Este enfoque también incluye medidas para combatir la despoblación en las áreas rurales.
En cuanto al carácter inversor del presupuesto, se han asignado 1.560 millones de euros para apoyar la actividad productiva y ampliar las infraestructuras en servicios públicos, todo ello sin comprometer el equilibrio presupuestario y sin necesidad de recurrir a préstamos para el próximo ejercicio. Adicionalmente, se han introducido nuevas deducciones fiscales en el ámbito social, enfocadas principalmente en el sector de la vivienda, lo que se espera que resulte en un ahorro de 390 millones de euros para los contribuyentes.
El consejero también destacó que el panorama económico-financiero de Castilla-La Mancha es positivo, avalado por mejoras en las calificaciones por parte de agencias internacionales y varios indicadores favorables de crecimiento económico y generación de empleo.
Finalmente, las cuentas para 2026 han sido diseñadas con rigor, prudencia y responsabilidad, orientadas a mejorar la calidad de vida de los residentes y contribuir al progreso regional, asegurando un Estado del Bienestar que promueva más riqueza, empleo y bienestar para todos.

















