Nuestra ilustre y querida Sardina falleció, ayer Miércoles, 6 de Febrero, a los 350 días de vida, dejando un gran vacío en el pueblo de Herencia, pues su pérdida ha supuesto el adiós definitivo a los espectaculares carnavales que hemos vivido, una vez más, en la localidad.
La capilla ardiente con sus restos estuvo instalada durante toda la mañana en la Plaza de España, donde se acercaron numerosos vecinos para darle su último adiós, hasta que a las 16:00 horas los familiares de nuestra querida Sardina, venidos gracias a la gran colaboración del grupo de animación «El Mono sin pelo», hicieron acto de presencia, mostrándonos su dolor e iniciando la comitiva fúnebre que dirigida en sus rezos y oración
por Ángel Martín-Fontecha, se encaminó hasta la cercana sierra de San Cristóbal, donde tras un último adios de las numerosas personas allí reunidas, nuestra querida Sardina fue incinerada.
Tras el mismo, todos los allí reunidos pudieron disfrutar de un inmejorable día de campo y degustar una gran merienda a base de sardinas asadas.
