Desde hace casi una semana, ya se encuentra en circulación el nº 2 del periódico de todos los herencianos, El Rondadías. A continuación podéis leer el editorial de este último número:
Criticar parece haber adquirido una connotación ciertamente negativa en nuestra sociedad actual. Sin embargo, criticar no es sino juzgar, fundamentándose en aspectos objetivos, y no carece de buena parte de raciocinio y argumentación. Criticar, por ende, debe entenderse como algo positivo, puesto que de una buena crítica se pueden extraer aprendizajes muy útiles que sirvan para mejorar el objeto criticado.
En los últimos días hemos asistido a un debate bastante plural en herencia.net sobre el Carnaval de Herencia de 2009. En él se ha creado un espacio en donde se han cuestionado algunas actuaciones, y donde se han aportado ciertas iniciativas. Algunos, los menos eso sí (lo cual dice mucho a favor de los herencianos) se han soliviantado al sentirse ofendidos porque otros hayan ejercido el sano arte de la crítica. Una pena. Desde El Rondadías apostamos por una ciudadanía participativa, que genere debate, que sea capaz de criticar, argumentar y contra-argumentar cualquier aspecto que suscite controversia. Porque es así como se corrigen errores. Porque es así como se construye espíritu comunitario y social. Porque una sociedad crítica es una sociedad madura. La crítica no es envidia, ni una fusta ponzoñosa de intereses políticos o personales, sino una herramienta de superación. Por todo ello damos las gracias, de corazón, a todos los que nos habéis hecho llegar vuestras críticas sobre nuestra publicación. Gracias por juzgarnos y hacernos caer en la cuenta de que, por ejemplo, la distribución de los contenidos no era la más correcta. Gracias a vuestras aportaciones y sugerencias El Rondadías no va a volver a ser un rompecabezas (donde teníais que ir leyendo de una página a otra, dando saltos de atrás a delante, con lo que el lector quedaba irremediablemente perdido). Desde el respeto que cada persona merece, ojalá todos continuemos practicando diariamente la necesaria y sana crítica.
Vía: El Rondadías nº 2