Entrevista a Julián Martín Martín, párroco de Herencia

Entrevista a Julián Martín Martín, párroco de Herencia

julian-martin-parroco-cura-herenciaEl hambre de la gente y las obras de la iglesia me quitan el sueño

“Julián Martín Martín, sacerdote”, es lo que reza en una pequeña placa en la puerta de su casa donde nos recibe. Él, de mediana edad, natural de Ciudad Real, sin alzacuellos y con una cadencia en el habla en tono conciliador, es el responsable de la Parroquia de Herencia desde hace tres años. Con la carrera de Magisterio terminada y veinte años de sacerdocio a sus espaldas demuestra las tablas que le ha dado la vida en una conversación sin prisas, cálida y amigable. A las puertas de la Semana Santa, y ante las inminentes obras de reparación del templo, hablamos de lo divino y de lo humano con este hombre que no tiene pelos en la lengua, alentado, e inspirado quizás, por alguna fuerza sobrenatural

Ingresar al Seminario con 22 años parece algo tardío, ¿qué le había ocurrido hasta entonces?
Nací en una familia creyente que me marcó muchísimo. A los 22 era un joven al que el Señor llamó. Dejé todo: familia, chica con la que pensaba formar una familia, amigos…; y decidí hacerme sacerdote. Mi ambiente social ha sido bastante religioso, aunque también pasé la crisis de los dieciséis años en la que abandoné la Iglesia. Estudié en un colegio de frailes marianistas y la verdad no fue una buena experiencia; era una disciplina muy rígida. Incluso, cuando no solfeaba bien,  me pegaban con una fusta de caballo, con la misma con la que dirigía el ritmo. Es verdad que era otro momento de la historia, pero me ayudó a alejarme del hecho religioso. No me gustaba que me obligaran a ir a misa y me castigaran si no lo hacía, ni que me pegaran un bofetón delante de mis compañeros cuando hacía algo mal. Más tarde, a través de una Misión Popular de los Padres Redentoristas, me reencontré con la Iglesia y descubrí la oración. Descubrí el encuentro del Señor en la Eucaristía, hasta tal punto que “oí perfectamente” la llamada del Señor. Nadie que no haya oído la llamada puede consagrarse al Señor, es demasiado difícil la soledad y el celibato si no está Dios contigo

¿Es fácil perder la fe en los tiempos que estamos?

Creo que estamos pasando por tiempos muy difíciles para la fe. Además todo está muy mediatizado por los medios de comunicación, que no dicen la verdad sobre la Iglesia y los curas. Se engaña y se proyecta la imagen de una Iglesia corrupta, que quiere la muerte y no la vida,.. Además se la acusa de estar fuera de la historia ¿Por qué? Pues porque no admite cosas como el aborto o critica el matrimonio homosexual, conceptos que hoy en día no venden y al no venderse hay un rechazo a la Iglesia como institución. Ésta es la razón por la que hoy los jóvenes no terminan de enganchar con el tema de la fe. Pero luego se sigue viviendo la fe de otro modo.

¿Es posible que uno sienta un rechazo a la Iglesia y a la vez conservar la fe?

Una persona puede ser creyente y no estar de acuerdo en algunos puntos con la Iglesia, sin duda. Estas mismas personas, cuando se quieren casar, lo quieren hacer por la Iglesia, y cuando hay entierros vienen a la Iglesia, incluso cuando tienen problemas ponen una vela a no se qué santo, es decir, critican y niegan de la Iglesia, y luego acuden a ella. Esto es una equivocación. A mí me parece que sería mucho mejor que todo el mundo se clarificara sobre su pertenencia a la Iglesia. Es decir, si soy, soy, y si no soy, no soy, con todas las consecuencias; como se ha hecho con aquellos que han mandado sus cartas para que los borremos de la Iglesia y han pedido oficialmente desaparecer de ella. Quienes piden la apostasía ya saben que ni el día del entierro puede entrar su cuerpo al templo. A mí me parece que en la Iglesia se es o no se es, pero no se puede estar a medias.

¿Es Herencia un pueblo creyente?
En Herencia me he encontrado una base social religiosa muy fuerte. Hay mucha gente que lo vive en plenitud: colaborando y sintiéndose Iglesia. Otros lo viven en la Semana Santa y con los santos. Los hay quienes no tienen necesidad de la Iglesia, pero que se sienten profundamente religiosos; y luego hay otros, que sé yo que existen, que su base religiosa la viven a través de la magia: se trata de un hecho religioso muy profano, y me que preocupa por el engaño que lleva consigo.

¿Pero va la gente a misa?
A menudo veo la parroquia llena hasta la puerta y me gusta mucho. Hay un movimiento de Parroquia muy fuerte con cerca de 100 catequistas: una barbaridad. Casi el 90 por ciento de los chicos de las escuelas vienen a catequesis y eso es un índice muy alto. El nivel se mantiene casi intacto después de la comunión, pero el bajón se da cuando llegan al instituto. Otra cosa que me llama la atención en Herencia es la afluencia del varón en la Iglesia, que va a misa, que está en Cáritas….

¿Qué dificultades te has encontrado en estos tres años de sacerdocio en Herencia?

Considero que aquí se necesita una renovación real. Es cierto que hay mucha gente comprometida, pero es muy mayor. Además Cáritas necesita, ante los nuevos rostros de pobreza que hay en el pueblo, una evolución y diseñar una nueva labor con más proyectos en la calle. Porque hay que estar en la calle para descubrir las pobrezas reales, pero con los que estamos no se puede. Necesito gente que vaya a ciertos barrios del pueblo, sobre todo por la zona de detrás de San José y la plaza de Castilla-La Mancha, a jugar con los niños y estar con las madres. Ese es un programa que me gustaría poner en marcha y que no hemos llevado a cabo por falta de voluntariado preparado. Creo además firmemente que los cristianos tienen que estar en la vida política y sindical, y de forma activa, ya sean de derechas o de izquierdas.

¿Qué proyectos hay en marcha desde la Parroquia?
En colaboración con el Ayuntamiento hay un plan de seguimiento de la crisis y de las personas que se quedan en paro: Servicios Sociales pone el personal para el análisis de los casos y nosotros ponemos la ayuda. Tenemos el programa de acogida al transeúnte al que le damos cena o comida caliente y cama, según el caso y el perfil de cada persona. Además tenemos un servicio de ropero, de recogida y reciclaje de ropa que se da a los pobres, y un  programa de comunicación, con una hoja  informativa que sacamos mensualmente donde se dice lo que se ha recaudado y lo que se ha ayudado. Me gustaría poner en marcha un servicio de comedor, para que la gente que realmente está pasando hambre en Herencia, que la hay, tenga la posibilidad de comer al menos tres o cuatro días a la semana algo caliente. A mí me han quitado el sueño últimamente dos cosas: la obra de la Parroquia y los casos reales de gente que lo está pasando fatal, familias sin recursos ninguno en nuestro pueblo.

Cuéntenos algo sobre las obras del templo parroquial
Las obras durarán ocho meses, según se prevé en el contrato, con un coste total de 497.000 euros de los que el 40 por ciento tendrá que hacerse cargo la propia parroquia y el 60 por ciento restante es subvencionado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Está a punto de firmarse el convenio, todos los permisos están ya, por eso  deberían empezarse ya mismo las obras. En cuanto a la recaudación de fondos apenas llevamos dos meses de campaña y hemos recogido, solamente en donativos, unos 13.000 euros, pero falta mucho y estamos desarrollando un plan de acción en el que se incluirá un buzoneo informativo y un encuentro con los empresarios de Herencia.

¿Cómo ves la Semana Santa en Herencia?
No soy muy semana-santero, pero tengo que estar a su servicio. Respeto mucho a los nazarenos porque, para la mayoría,  el único vínculo con los religioso es la Semana Santa, y si se lo quitamos se quedan sin nada. Por eso me merece un respeto y hay que cuidarlo. Lo que más me preocupa es la falta de respeto en las procesiones: que rían o vayan fumando y tirando las colillas en las procesiones… pero eso es cuestión de las hermandades. Quien piense que el cura no se tiene que meter en la organización de las procesiones está equivocado porque un párroco es el representante del obispo para que vele por todo lo que tenga que ver con lo religioso, así lo dicen los Estatutos. Yo mantengo una relación muy fluida con las Hermandades porque la mayoría son gente de Iglesia; otra cuestión son los casos de algunos miembros, sobre todo los de las bandas que no se consideran parte de la Hermandad, y por tanto tampoco parte de la Iglesia.

Hay cierta rivalidad entre los devotos de la Virgen de La Merced y los de la Inmaculada. ¿Qué sucede?
En 2010 se celebra el 50 aniversario del otorgamiento de patrona de Herencia a la Virgen de la Inmaculada por el Papa Juan XXIII, a instancia del párroco del momento, Don Joaquín Gómez-Montalbán, así que el año que viene se organizará un año mariano para conmemorarlo. Ya hay algunas actividades previstas como una celebración juvenil provincial, de tres días, en nuestro pueblo en honor de la Inmaculada en diciembre de este año. La rivalidad entre ambas advocaciones proviene de una equivocada formación durante muchos años. Hay un hecho claro y es que la Inmaculada es la patrona de Herencia. Aquí ya hubo una primera parroquia dedicada a la Purísima, en el siglo XIII, esto es ya un hecho. Herencia se ha caracterizado por la defensa del dogma de la Inmaculada Concepción, incluso siglos antes de que la Iglesia Católica definiera el dogma, ya que no fue hasta el día 8 de diciembre de 1854, mediante la Bula Ineffabilis Deus promulgada por el Papa Pío IX, cuando queda definitivamente establecido el dogma.
Una prueba de la fe que Herencia ha profesado, desde siempre, hacia la Inmaculada Concepción es la tradición del Voto a la Inmaculada, un compromiso adquirido por las Corporaciones  Municipales desde tiempo inmemorial para dar gracias por salvar a los pueblos de la peste. Tenemos guardados tres bastones de mando de distintos  alcaldes de la población, que sin duda, fueron ofrendados a la Inmaculada. Hay una serie de documentos que demuestran que Herencia siempre ha estado bajo la advocación de la Purísima, siempre.
Los Padres Mercedarios llegaron hace 350 años y apareció la figura de la Virgen de  La Merced en este pueblo, pero mucho después de que estuviera aquí la Inmaculada. Lo que pasa es que los curas de entonces se dedicaban a las novenas, a predicar y a los entierros. Yo comprendo que años y años y años formando a generaciones con el amor a la Merced por parte de los frailes, a través de las catequesis y las celebraciones, haya generado culturalmente una gran devoción a La Merced, pero la devoción a la Inmaculada era anterior. Además lo dice textualmente el Vaticano en su escrito: “la única y excelsa patrona de Herencia es la Inmaculada”. Nunca he dicho ni diré que no se quiera a La Merced, pero tampoco deseo que el derecho eclesial de la Inmaculada a ser reconocida como patrona de este pueblo pase al olvido.  Propongo que sea aceptado por todos que,  como Patrona de Herencia,  sea reconocida a la Inmaculada Concepción de María y como Alcaldesa Perpetua, La Virgen de la Merced. ¿Tanto cuesta aceptar algo tan evidente? Sin duda es un tema delicado, pero no se puede permitir que, por este tema, se me insulte y que incluso se escriban en ciertos blogs barbaridades, como se ha hecho recientemente.

Vía: El Rondadías nº3.

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