Entrevista a Ángel Carrero Gallego de la Sacristana

Entrevista a Ángel Carrero Gallego de la Sacristana

Entrevista a Ángel Carrero Gallego de la Sacristana 1A continuación reproducimos la entrevista íntegra realizada a Ángel Carrero Gallego de la Sacristana, primer juez de paz elegido democráticamente en Herencia en 1989, publicada en las páginas interiores de El Rondadías perteneciente al mes de mayo.

ME VOY A LLEVAR MUCHOS SECRETOS A LA SEPULTURA, COMO UN CURA

Es el primer juez de paz de Herencia designado democráticamente, en 1989, y desde entonces ha sido reelegido consecutivamente hasta que él mismo ha decidido su marcha. El 19 de mayo será, oficialmente, su último día al servicio de la Justicia y del pueblo. Con 70 años cumplidos, “el día de la Encarnación”, Ángel se muestra satisfecho con su trabajo. Nos recibe en su casa, una de esas casas nobles manchegas con fachada blanca, zócalo azul y patio interior, con la boina calada y la sonrisa dispuesta. Da la sensación de encontrarse uno ante la representación del típico cliché de juez de pueblo, de los de toda la vida, aquel que departía a la hora de la siesta con el cura, el médico y el alcalde. Templado y comedido, pero en absoluto lento o apagado, el juez habla con sosiego, sin trampas en sus palabras ni cartón en los argumentos. Posee una humildad no reñida con su natural inteligencia y afán. Porque Ángel Carrero es, en esencia, afán. Afán por la justicia, la dignidad, el buen hacer y la Historia, pasión a la que ahora, con más tiempo, se entrega.

¿Qué hace un Juez de Paz?

Lleva las funciones de inscribir en el Registro Civil, tanto nacimientos como matrimonios y defunciones, siempre en delegación del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción. También se transcriben las sentencias de divorcio o separación, siempre en delegación del juzgado que las acuerda y se ven asuntos civiles y penales, pero faltas de menor cuantía. En estos casos se dictan sentencias en juicios de faltas. La función de un juez de paz hay que dedicarle un tiempo y tiene unas molestias que las tienes que soportar: que lleguen a tu casa por la noche, que te aborden a deshora, etc. Pero eso si le tienes que dar facilidades a la gente. Y sobre todo tienes que hacer de mediador porque hay gente que llega obcecada, acalorada y directamente quiere denunciar. Hay que tranquilizarlos, citar a la otra parte y hablarlo con calma. Así he conseguido muchos acuerdos. Algunas veces sufres desengaños, pero como en todas las profesiones.

¿Hay muchos juicios de este tipo en Herencia?

Últimamente sí que hay alguno. Ahora que no aguantamos ni dialogamos hay algunos más, pero vamos que no es tampoco exagerado. Se llevan celebrando aquí desde hace tres o cuatro años. Antes de llegar yo, el 23 de agosto de 1987, no se celebraban. He de decir que los juicios de faltas están más en unas clases que en otras.

Para ser Juez de Paz, ¿qué requisitos se necesitan?

No estar implicado en ninguna causa política y no pertenecer a ningún partido político ni sindicato. Si estás preparado y tienes cultura general, mejor, pero que no se necesita nada más en especial.

Hombre, quizás algo de carácter

Pues sí, hay que tener carácter. Mira que yo no valgo para mandar, pero algunas veces te tienes que poner en tu sitio, sobre todo en los juicios de faltas, que son públicos, y a lo mejor va alguien como oyente y habla sin la autorización del juez y tienes que llamarlo al orden.

A usted le propusieron para el cargo, pero además esta propuesta debe ser aprobada por unanimidad en el Pleno. Parece que cae bien a la derecha y a la izquierda. ¿No será un poquito zalamero en este sentido?

La verdad es que sí me llevo bien tanto con los de un signo político como con los de otro. Será que he cumplido con mi obligación y que no han tenido quejas mías. En cuanto a los alcaldes y funcionarios, también la policía local, no tengo queja de ninguno de ellos, todos se han portado correctamente y creo que yo con ellos también. Siempre he tenido claro que a la hora de entrar por la puerta del juzgado no tenía en cuenta a si eran de una ideología u otra, si tenían o no tenían dinero. A todo el que ha venido al Juzgado lo he tratado por igual. Nunca me han echado nada en cara a la salida porque he cumplido mi trabajo tratando de ser independiente. Por supuesto me puedo equivocar y se pueden recurrir mis sentencias.

En la sociedad en la que estamos, ¿no cree qué es un poco difícil tener esa buena sintonía con unos y otros, y más aún en un pueblo en el que todos se conocen?

Posiblemente sí sea difícil, pero yo siempre he sido imparcial. Te voy a contar una cosa. Cuando fui nombrado Juez de Paz me vio un señor por la calle y me dijo: “Hombre, Ángel Carrero, ya sé que has sido nombrado o te van a nombrar Juez de Paz. ¿Y como tú un hombre socialista te van a nombrar Juez de Paz?”. Y le contesté: “¿Yo socialista? Yo no soy del partido socialista, soy de AP”. “¿Qué tu eres de Alianza Popular?”, me pregunta, y le respondo: “No. De de Alianza Popular no, de Antonio Palmero que es el que me paga todos los fines de mes”. [Risas]. Yo trabajaba en la fábrica de harinas de Palmero hasta que me jubilé.

¿Se le ha presentado alguna vez algún caso de recusación o inhibición?

Siempre te ponen alguna zancadilla, porque yo se que había gente que pensaba que al trabajar yo ahí, yo iba a colocar a mis hijas, y ninguna de las tres a pasado ahí. Tampoco nadie me ha puesto en el punto de mira para que diga una cosa u otra, porque no he dado opción. Aquí ha venido alguien a casa y yo le he dicho que no, que esto se habla en el juzgado. Si alguien me ha parado en la calle o me llaman por teléfono siempre los he remitido al juzgado. Las cosas del juzgado se han quedado en el juzgado. Me voy a llevar muchos secretos a la sepultura, como un cura.

Pero, ¿existen presiones?

Pocas, algunas ahí quieras que no. Pero bien es cierto que te tienes que poner colorado algunas veces y ponerte en tu sitio y decir no, porque no, y si no hubiera sido así posiblemente yo no hubiera estado en este puesto estos casi veintiún años.

¿Por qué deja el cargo ahora?

Lo dejo ahora porque hay que dejarlo alguna vez, y tampoco se puede pegar el culo al asiento del juzgado. Tengo 70 años. ¿Cuándo voy a estar libre? Me quedarán diez o quince años más de vida para decir: “no estoy pendiente de una hora, no estoy pendiente de un reloj

¿Cree que sigue siendo necesario un Juzgado de Paz en Herencia?

Es preciso y cómodo para los herencianos por la cercanía. Además me atrevo decir que todos los juzgados de España están colapsados de papeles. Muchos, más de los que la gente se cree, incluso para tramitar cualquier tontería se requieren ciertos trámites y eso se canaliza muy bien a través del juzgado de paz local.

¿En general se siente respetado?

Pues si, la verdad es que si, y eso que yo tampoco me hago valer como juez de paz, no he sido protagonista en ese sentido.

¿En estos 20 años ha cambiado mucho la justicia a su modo de ver?

La justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al delincuente. Lo que ocurre es que los juzgados están colapsados con tanto papelo que requiere demasiado tiempo. A veces se va al juzgado para nada. Quizás se abusa un poco de los derechos lo que acarrea un proceso burocrático que requiere mucho tiempo y recursos. Por ejemplo ha sucedido que alguien al solicitar una partida de nacimiento cuando se entera de que es gratuita me dice que si lo sabe pide otra. ¿Para qué si solo tiene validez para noventas días? Pero como es gratis…

El Juzgado de Paz de Herencia lo presiden tres símbolos: una fotografía del rey, un crucifijo y un bastón de mando.

Yo me lo encontré así. No he quitado el crucifijo, como han hecho en otros sitios, porque creo que no obedece a nada y no lo voy a quitar para los días que me quedan. Tampoco he quitado al rey. Y la vara de mando está ahí porque antes la utilizaban para dar posesión cuando había juzgado comarcal, así como en las procesiones y algunos actos públicos en señal de ser una persona de confianza del pueblo. Yo no la he utilizado nunca.

Alguna anécdota curiosa tendrá…

Una vez un hombre de raza gitana, en una tarde de verano, se presentó en mi casa en plena siesta a tocarme la guitarra porque le había hecho un favor en el juzgado. (Risas).

¿El mejor y el peor recuerdo de su vida de juez?

Los peores momentos son a la hora de celebrar un juicio: la noche anterior duermo poco. Ha habido un par de ellos que me han quitado el sueño. Por otra parte de da una gran satisfacción cuando llamas a alguien que tiene algún problema y se aviene sin llegar a más. Aunque hay gente que luego ni se acuerda de que le has solucionado la papeleta. También los hay que si bien no me han agradecido directamente la ayuda, luego han recomendado a otros que hablen con el juez porque saben que les puedes ayudar. Eso es una prueba de que haces bien tu trabajo y resulta lo más agradable: poder ayudar a la gente y que se evite dinero y sofocaciones. En general estoy contento con la función que he hecho. A pesar de algunos disgustos son más las satisfacciones que me llevo.

Entrevista realizada por: Ismael G. Calcerrada y Claro Manuel Fdez.-Caballero Martín-Buitrago. Publicada en El Rondadías Nº 16. Mayo 2010, pp. 8 y 9.

– patrocinadores –

Síguenos en redes

Noticias destacadas

– patrocinadores –

Scroll al inicio