A continuación reproducimos la entrevista a JuanD de Ciudad Arcoiris realizada por Ismael G. Calcerrada para El Rondadías número 18 de julio de 2010
“La educación es responsabilidad de los padres”
Estudió Comunicación Audiovisual y llegó a trabajar como fotógrafo profesional hasta que hace unos años dejara aparcada su incipiente carrera por materializar su verdadera pasión: la música. JuanD, Perlé de Honor en el ámbito sociocultural en 2008, acaba de parir, junto con Beatriz, algo más que un mero grupo musical. Ciudad Arcoiris es el universo infantil que han creado e ideado específicamente para los niños, tristemente desprotegidos en las parrillas televisivas y en ámbito cultural en general durante los últimos años. Tras haber recorrido toda España a lomos del popular Cantajuegos durante dos temporadas, se emancipa para dar rienda suelta a su creatividad, ingenio y alegría. Porque JuanD no es un cantante, sin más. Es humanista polifacético: autodidacta, compositor, arreglista, vocalista, bailarín, fotógrafo, editor… Con más carteras que un ministro no solo le alcanza el tiempo para atenderlas a todas, sino que las borda, y de qué manera. Perfeccionista acérrimo y vehemente, lucha por lo que cree. Y lo defiende con uñas y dientes. Sabe que ahora es su momento, los niños de toda España ya lo están esperando. Y con ganas.
¿Cómo nace Ciudad Arcoiris?
En Cantajuegos me veía limitado y tenía la inquietud de desarrollarme artísticamente más aún. El productor marcaba el estilo que había que seguir, pero nosotros no podíamos aportar mucho al proyecto. Sentía que lo que hacía no era lo que realmente quería y a partir de este desencuentro surgió la idea de hacer algo nuevo: canciones originales con música propia, y no solo repertorio popular. Tenía la necesidad de crecer como músico y compositor, no solo como cantante. Beatriz y yo maduramos esta idea. De pequeño siempre me inquietó cómo sería el lugar donde nace el arco iris e inventamos ese lugar mágico, con una estética bastante a lo Tim Burtton pero más colorista y nada tétrica: árboles de regaliz, nubes de algodones. Creo que es un imaginario muy bonito
¿Qué acogida está teniendo el proyecto?
La reacción del público está siendo muy buena en las dos experiencias que ya hemos tenido. Algunos comentarios hablan incluso de que ha sido lo mejor que han visto en mucho tiempo. La crítica del espectáculo es muy positiva; tanto de los personajes el Hada Mariana, el pulpo Miomío, Don Iris y el dinosaurio Escondino, como de las canciones, la música y los bailes. Creo que engancha.
¿Qué clase de música es la de Ciudad Arcoiris?
Básicamente tenemos cuatro tipo de canciones: didácticas, por ejemplo la de aprender a contar; juegos, como el de las adivinanzas; otras son simples historias, como las presentaciones de los personajes; y por último hay canciones para estimular la psicomotricidad de los niños, para que hagan una serie de movimientos mediante la imitación. Sucede con la canción de Ponpón, que pretende que los niños muevan los dedos, uno a uno. La mayor parte son creaciones originales y algunas son canciones populares, aunque versionadas.
¿Y en cuanto a ritmos y melodías?
Hemos buscado un rollo más moderno de lo que actualmente existe en el mercado infantil. Queríamos dirigirnos no solo a niños de entre 1 y 6 años, sino ampliarlo hasta un público más amplio de hasta 12 años. Por ello hemos hecho canciones como la de Escondino, que es un rollo Green Day. A los niños pequeños les gustan las canciones modernas, tipo Beyoncé, y las nanas también. Sin embargo un niño mayor de 8 años sí bailaría las primeras pero las segundas no, porque siente que son para más pequeños. Así que le hemos dado a todo un rollo más marchoso, desde ritmos dance en algunas canciones como la de Tic-tac, hasta toques heavies en otras, aunque siempre con letras y coros infantiles. Tenemos una diversidad muy grande de estilos en el disco. No es algo homogéneo ni monótono sino que cada canción tiene un toque distinto para no aburrir.
Este mes de julio sale a la venta en toda España el CD-DVD. ¿Nos cuentas algo de él?
Se llama “Ciudad Arcoiris. El espectáculo”. Se trata de una versión presentación del espectáculo y del grupo. Hemos grabado una actuación y en ella aparecen niños, del grupo de fans que ya existía en Internet, que bailan, juegan y cantan con nosotros.
¿Cómo crees que os ven los niños a ti y a Beatriz?
Como sus amigos, sin duda. A veces veo cosas alucinantes, como que te diga un padre que el abrazo que te acaba de dar su hijo después del concierto no se lo da ni a él. Nos han visto tantas veces que para ellos somos sus amigos, con los que juegan y bailan y cuando te ven en directo se desbordan de alegría. Es alucinante cómo se entregan los niños. Es un público súper agradecido y muy sincero.
¿Te caen bien los niños realmente?
Sinceramente sí. Me gustan mucho los niños, soy muy niñero. (Le hago un gesto como de no creérmelo. Nos carcajeamos y añade) No sé cuánto tiempo los aguantaría en mi casa si fueran mis hijos, pero sí, sí, me gustan mucho. En los conciertos disfruto mucho de ellos. De hecho, la parte que más me gusta del concierto es saludarlos al final y descubrir su ingenuidad, sus miradas de incredulidad, sus abrazos, besos… Lo digo con franqueza. Se te caen las carnes.
¿Te sientes identificado con Enrique y Ana o Parchís o con alguno de los grupos infantiles que ha habido en España en otras épocas?
No me importaría que se hablara de Ciudad Arcoiris como se ha hecho de Parchís. Me parece que aquellos grupos han sido un referente muy positivo para los niños de la época.
¿Crees que hace falta una Ciudad Aroiris en la sociedad actual?
Sí. Hace falta una Ciudad Aroiris y más productos pensados específicamente para los niños. Desde hace unos años en España se ha abandonado mucho el contenido infantil. A día de hoy me parece muy triste la oferta infantil, y así salen los niños, acostumbrados a tanta violencia televisiva o de los videojuegos.
Generalmente, cuando uno empieza, no suele pensar en música para niños. ¿Eres menos músico o te hacen sentir inferior a otros músicos por ser un artista enfocado al mundo infantil?
Es cierto que la gente no ha respetado mucho el tema infantil. Parece que es menos importante, pero la psicología de la música infantil es muy complicada. Los adultos tienen diferentes estilos: punkies, rockeros, bakalas… Y si tu haces un estilo de música determinado sabes que vas a alcanzar a ese grupo de gente. En cambio, los niños no tienen estilo propio. La música infantil es un género en sí mismo y si no haces bien esa música no va a funcionar para ningún niño, a diferencia de la música para adultos que si no llegas a un determinado segmento puedes alcanzar a otro.
¿Estás orgulloso de ser un músico infantil?
Yo he hecho de todo y en diferentes estilos antes de Cantajuego en distintas orquestas, y sigo diciendo que me gustan los niños. Lo que te da un niño no te lo da un adulto. Los padres te admiran porque ven que a sus hijos les gusta, y valoran cómo eres capaz de sacar una sonrisa al niño. Sin embargo, en un espectáculo para adultos la gente es más desagradecida, a veces no se valoran ciertas cosas. Estoy orgulloso de mi trabajo. Me encanta ir por la calle y que los niños me reconozcan. Me hace una ilusión enorme que los niños canten nuestras canciones.
¿Te sientes respetado por los músicos convencionales?
No creo que haya una falta de respeto hacia el músico infantil. Quizás sí lo hay a nivel de promotores, que pueden pensar que un cantante pop nacional es más artista que un cantante infantil, pero las pruebas demuestran que artistas infantiles han llenado recintos mientras que otros de primera línea nacional no lo consiguieron tan solo unos días después. El respeto está en el público y si el público va a tu espectáculo y está contento es la prueba de que eres un artista respetado. De todos modos también muchos músicos que se dedican a espectáculos para adultos admiran mi trabajo e incluso estarían deseando venir con nosotros de gira.
Con vuestro trabajo y espectáculo ¿Sois capaces de modificar la conducta de los niños?
Nosotros no somos educadores. Lo que tenemos que intentar mediante nuestro trabajo es poner de relieve una serie de valores y enseñar ciertas cosas de una manera amena y divertida, como por ejemplo contar los números o estimular la psicomotricidad… Podemos ayudar en la educación del niño con nuestras canciones e insertar personajes para que entiendan las cosas que están bien y las que están mal, pero la labor de educación en sí es de los padres. Ni siquiera te voy a decir los profesores en las guarderías y escuelas infantiles.