Javier Fernández-Caballero / Leo Cortijo – www.porelpitonderecho.com
Herencia ha sido la última víctima inocente de uno de los actos más deleznables, reprochables y bochornosos que pueden atacar no sólo a la Fiesta sino a la propia afición local, que mostró su ejemplar serenidad ante tal atropello durante toda la jornada. Diversos puntos estratégicos de su plaza de toros amanecían inundados este domingo, donde estaba previsto celebrarse una corrida de toros benéfica por la tarde. Para el festejo mayor estaban anunciados los diestros Víctor Puerto, Aníbal Ruíz y Rafael de Julia ante un encierro de El Ventorrillo. De todo ello fue informando en su cuenta de Twitter el portal Porelpitonderecho durante toda la jornada dominical.
Por partes. El estado del ruedo, intencionadamente inhabilitado, no era el apto para la lidia justo antes de arrancar el desembarco del ganado. No es lógico que por arte de birlibirloque y sin que la lluvia hiciera acto de presencia desde hace días en la localidad manchega, el ruedo amaneciera parcialmente inundado en la contraquerencia y la salida del patio de cuadrillas. Sin duda que este acto reprochable interpela que la poca venta de papel para el festejo vespertino obligó a los organizadores a emprender esta acción. Que quede reflejado el nombre de Eloy Lillo, que fue quien acudió a la presentación de la corrida como representante de la empresa organizadora, llamada Engue.
Y es que la restauración del albero dañado podría haberse repuesto a lo largo de toda la jornada hasta la hora del comienzo del festejo, pero la propia empresa no movió un dedo en pro de acicalar el piso para que a las 18,30 horas pudiera trenzarse el paseíllo. Además, y por si fuera poco, las taquillas han permanecido irregularmente cerradas al público durante todo el día, adelantando el amargo final que todo el mundo imaginaba.
Por otro lado tampoco se cumplió el Reglamento en cuanto al tratamiento de las reses, pues el desarrollo de la liturgia oficial se incumplió desde el primer momento: ni se reconocieron los astados, ni se bajaron del camión, ni mucho menos pisaron los chiqueros. Todo ilegal.
Todavía, si cabe, es más grave, puesto que han utilizado el carácter benéfico de la corrida, -a favor de Cruz Roja y Cáritas-, para cometer un acto de este calibre.
Hubo algún portal de información taurina de ámbito nacional que llegó a publicar como primera noticia que “las lluvias caídas en las últimas horas sobre Herencia habían imposibilitado el ruedo para celebrar la corrida”. Nada más lejos de la realidad, pues no había llovido sobre Herencia desde hacía tres días. Minutos más tarde, y ateniéndose a las informaciones que el portal Porelpitónderecho defendía, cambiaban dicha información y se limitaban a notificar la suspensión de la corrida sin ofrecer ninguna justificación de dicha suspensión.
No hay derecho a que se siga jugando de este modo con la Fiesta de los toros. No hay derecho a que se tome por tonto al aficionado. No hay derecho a desinformar y contar mentiras con más cara que espalda. No hay derecho a que las administraciones callen y tapen malas prácticas. No hay derecho a aguantar cosas así. Basta ya.