Acaba de cumplir cien años. Es uno de los últimos combatientes republicanos de la guerra civil española. Está orgulloso de haber luchado por la República, por la libertad, y por la democracia contra el fascismo, que quería acabar con ellas. Es socialista de corazón -cada vez que pronuncia esta palabra, se toca el lado izquierdo con la única mano que le queda, la izquierda-. Estuvo en los frentes más duros, y no pudo esquivar tanta barbarie sin salir ileso. Es uno de los últimos mártires de una guerra fratricida de la que es memoria viva. Su nombre: Manuel Gallego-Nicasio, natural y vecino de Herencia, en la famosa Mancha de Don Quijote. Se casó en plena guerra, mientras se reponía de sus graves heridas, con Agustina Gómez-Calcerrada, fallecida hace poco. Nació el 17 de febrero de 1917.
Puedes leer artículo completo en NuevaTribuna.es.