Las dolorosas herencianas vestidas ya de hebreas marcan un tiempo nuevo para la localidad. Nuestra Señora de los Dolores, María Santísima de la Soledad, de la Hermandad de “El Santo”, y María Santísima de la Amargura, de la Hermandad de “Los Moraos”, ya están ataviadas con los ropajes más sencillos que tienen en sus respectivas Cofradías.
El origen de esta manera de ataviar a las vírgenes así parte de la iniciativa de Juan Manuel Rodríguez Ojeda a principios del siglo XX, uno de los grandes bordadores españoles del pasado siglo y al que se le debe la estética actual de la Semana Santa de gran parte de la geografía española. Principalmente se viste a las imágenes dolorosas de hebrea en tiempo de Cuaresma, aunque también de Navidad, haciendo una similitud con la sencillez con la que María dio a luz a Jesús.