Una caldera de gas es un equipo que usa el suministro de gas para proporcionar tanto calefacción central como agua caliente en el hogar. Para lograr ambos fines nunca se utiliza agua del grifo.
El funcionamiento de las calderas de gas se lleva a cabo de la siguiente manera:
- La caldera calienta el agua que pasa por las tuberías sobre unas llamas de gas.
- La calefacción central funciona de igual manera que un circuito: el agua caliente se transporta desde la caldera de gas hacia cada radiador. Así, está siempre en circulación constante, ya que cuando el agua ha pasado por la totalidad de los radiadores, aunque ha perdido una parte de su calor, se restablece en la caldera y vuelve a circular de nuevo.
En las calderas de gas se utiliza siempre la misma agua. No obstante, puede ocurrir ocasionalmente que tengamos que rellenar la presión de los radiadores.
Otra cosa que debemos tener en cuenta es que el termostato (un termómetro con un interruptor) indica si la calefacción central está encendida, de modo que se enciende si la temperatura está por debajo de la que hemos establecido y se apaga si está por encima. De este modo, conseguimos que la temperatura en el hogar permanezca constante, con apenas unos grados de diferencia en todo el día.
El tipo de vivienda
A la hora de pensar en la utilización de una caldera de gas en nuestro hogar debemos ver qué necesidades de calefacción tiene la casa, ya que cada sistema de caldera es diferente. Debemos tener en cuenta:
- Cuántas personas habitan nuestro hogar.
- Cuántos baños hay en la casa: si solo tenemos un baño, las calderas mixtas son las que se recomiendan, mientras que si contamos con varios baños o aseos se suelen instalar calderas de sistema y convencionales.
- Si disponemos de un espacio libre en el hogar para la ventilación del proceso, ya que no todas las calderas gestionan de la misma manera que haya una demanda de gran cantidad de agua caliente.
- Con cuántos radiadores contamos. Esto es esencial a la hora de determinar los kilovatios que necesitamos contratar, ya que a más kilovatios mejor es el caudal.
Además, podemos elegir qué habitaciones calentar según el momento, por lo que ahorramos gastando energía en las habitaciones donde no vayamos a encontrarnos en un determinado momento, contribuyendo a la eficiencia energética.
Para instalar una caldera de gas debemos contar con el servicio de un especialista que garantice el mejor resultado y que asegure el cumplimiento de la seguridad del hogar. Oscagas está formado por un equipo de expertos en instalación de calderas de gas. Además, también cuentan con un servicio de mantenimiento donde atienden las 24 horas al día durante todo el año siempre y cuando tengan contratado el soporte técnico de mantenimiento.
Tipo de caldera de gas
Existen diferentes tipos de calderas, entre los que encontramos las calderas de gas, las de gas condensación, que producen menos CO2 que las anteriores y reducen el consumo, las de gasoil, que a su vez pueden ser atmosféricas, estancas y de condensación, las eléctricas, que también pueden ser monofásicas o trifásicas y que cuentan con la ventaja de que no liberan gases a la atmósfera; de propano, la opción perfecta si hay chimeneas en el hogar y de pellets, que pueden ser además de aire, canalizables y termoestufas y que conforman una alternativa reciente que usa un combustible natural.
Precios de la caldera de gas
Empresas como Oscagas ofrecen un servicio de calderas de gas natural que cubre tanto la mano de obra como la instalación en caso de que el cliente disponga de un presupuesto ajustado, de modo que se asegura un ahorro considerable en todo el proceso.
El precio de los equipos depende siempre de las características y de la marca, aunque suele oscilar entre 1.200 y 1.900 euros. Debemos tener en cuenta que, además, Oscagas ofrece la posibilidad de una garantía de la caldera de gas que dura hasta 5 años si contratamos el servicio de mantenimiento de la empresa a través de una cuota anual asequible.