Este domingo, Ciudad Real ha vuelto a convertirse en el epicentro cultural del encaje de bolillos y bordados con la celebración del duodécimo Encuentro Nacional. Un evento respaldado por la Unesco, al estar reconocido como Bien Inmaterial de la Humanidad, que ha contado con la presencia de destacadas personalidades locales y regionales. La inauguración estuvo a cargo de la concejal de Festejos y Tradiciones Populares del Ayuntamiento de Ciudad Real, Fátima De la Flor, quien estuvo acompañada por el organizador del evento, Jaime Vélez, el alcalde de la ciudad, y otros representantes.
Durante el acto, De la Flor enfatizó la importancia de la colaboración entre administraciones para asegurar la continuidad de tradiciones tan arraigadas como el encaje de bolillos. Destacó el firme compromiso del Ayuntamiento de Ciudad Real con iniciativas que preserven el legado cultural de la región.
Por su parte, Jaime Vélez, organizador del evento y presidente de la Asociación de Vecinos y Cultural Santo Tomás de Villanueva de Ciudad Real, celebró el éxito de este encuentro, que se consolida como uno de los más importantes del país en su ámbito. Desde primeras horas de la mañana, el pabellón ferial Ifedi ha sido testigo de la llegada de autobuses llenos de entusiastas participantes dispuestos a vivir una jornada en torno a esta enriquecedora tradición. El evento, además, ofreció sorteos y premios en diversas categorías como el Mejor Encaje, Mejor Almohadilla y las Mejores Manos, fomentando la competitividad y la excelencia en el arte del encaje.
Entre los asistentes también se encontraba Manuela Nieto-Márquez, delegada de Igualdad en la Junta de Comunidades, quien subrayó la relevancia del trabajo artesanal realizado principalmente por mujeres. Nieto-Márquez destacó la necesidad de mantener viva esta tradición, que forma parte esencial de nuestras raíces culturales, y agradeció al Gobierno de Castilla-La Mancha por su apoyo constante hacia este tipo de iniciativas.
El encuentro contó con más de 600 participantes procedentes de diferentes localidades de la región y otras provincias de España, todos ellos unidos por su amor y dedicación hacia este arte ancestral. La jornada no solo sirvió para celebrar la maestría y destreza en el encaje de bolillos, sino también para fortalecer los lazos comunitarios y culturales que este tipo de tradiciones entienden potenciar en la sociedad.
