El Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado el inicio de las obras de emergencia para reparar los puentes de Landete y Embid, una medida que busca responder a los daños provocados por el paso de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) en la región los días 29 y 30 de octubre de 2024. El anuncio fue realizado por el consejero de Fomento, Nacho Hernando, quien destacó la urgencia de estas obras para restablecer la normalidad en las zonas afectadas.
El primer proyecto aprobado contempla la construcción de un nuevo puente en la carretera CM-215, crucial para conectar Landete con Cuenca, después del colapso de la estructura original. Este derrumbe interrumpió temporalmente el tráfico de vehículos y peatones, una situación que fue mitigada por la rápida actuación del Cuerpo de Paracaidistas del Ejército, el cual instaló una pasarela peatonal provisional. Además, se habilitó un desvío vehicular por la carretera CUV-5003, lo que permitió mantener el flujo de transporte.
La inversión destinada a esta obra en Landete es de aproximadamente 2,6 millones de euros. Hernando explicó que, además de construir un nuevo puente independiente, se llevarán a cabo labores para estabilizar y restaurar el puente histórico, preservando así su valor cultural. Asimismo, se implementarán mejoras en la zona circundante, como nuevo acerado y alumbrado, en colaboración con el Ayuntamiento de Landete.
Por otro lado, la segunda intervención de emergencia se llevará a cabo en la carretera CM-2122, en Embid, donde se prevé la construcción de un nuevo puente sobre el Río Piedra. La inversión para este proyecto asciende a 880.000 euros. Los daños en esta carretera fueron significativos, ya que un paso subterráneo fue destruido, cortando la vía en dos y obligando a desviar el tráfico por la carretera GU-418.
Ambas obras tienen como objetivo recuperar el acceso y mejorar la infraestructura en las áreas dañadas, asegurando la seguridad de los usuarios y manteniendo la integridad de los elementos culturales presentes en las localidades afectadas. Estos proyectos representan un esfuerzo significativo del Gobierno regional para atender rápidamente las consecuencias de eventos climáticos extremos y garantizar la conectividad y seguridad de sus ciudadanos.