En un esfuerzo por armonizar la gestión cinegética en el noreste de España, el viceconsejero de Medio Ambiente, José Almodóvar, y el director general de Medio Natural, Caza y Pesca del Gobierno de Aragón, Alfonso Calvo, han sostenido una reunión de trabajo en Toledo. La cita tuvo como propósito principal buscar sinergias en la administración de la Reserva de Caza Montes Universales en Teruel y los cotos de caza vecinos de Cuenca y Guadalajara.
Almodóvar subrayó la colaboración activa entre los técnicos de ambas administraciones para gestionar adecuadamente las poblaciones de ungulados y valorizar la carne de caza en estas regiones. Aunque los modelos de gestión cinegética en Teruel y los cotos de Cuenca y Guadalajara presentan diferencias significativas, el diálogo se centró en la identificación de criterios y objetivos comunes que permitan un manejo más eficaz y equilibrado de los recursos cinegéticos.
La reunión destacó que el incremento de las poblaciones de ungulados es un desafío compartido entre las sierras de Cuenca, Guadalajara y el sistema Ibérico turolense. Este fenómeno ha planteado la necesidad de aplicar criterios unificados en la gestión cinegética, con el fin de mitigar los impactos ecológicos y económicos derivados de un crecimiento no controlado de estas especies.
Para abordar este problema, se acordaron importantes medidas, como intensificar los esfuerzos en control poblacional e intercambiar información crucial sobre los cupos y las estructuras poblacionales de las especies cazables. Asimismo, se revisaron los calendarios y los criterios actuales de gestión, sentando las bases para acciones interprovinciales más coordinadas.
Un enfoque destacado durante el encuentro fue el establecimiento de planes conjuntos que impulsen el esfuerzo de caza en toda la comarca de las tres provincias implicadas. Además, se subrayó la importancia de fomentar el mercado de la carne de caza, una iniciativa que podría proporcionar beneficios económicos y alinear los intereses de conservación con el desarrollo local.
El seguimiento de estas iniciativas quedó acordado con una futura reunión en la Reserva de Caza, prevista para el año 2025, lo que permitirá evaluar los avances logrados y ajustar las estrategias según las necesidades emergentes. Esta cohesión administrativa promete no solo atender un problema ambiental, sino también fortalecer las conexiones interregionales en torno a la gestión responsable de los recursos cinegéticos.