En un contexto de creciente preocupación por la infrafinanciación de las comunidades autónomas, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha vuelto a levantar la voz, reclamando la condonación de su deuda regional al Gobierno central. El vicepresidente segundo de la región y secretario provincial del PSOE en Ciudad Real, José Manuel Caballero, expresó esta exigencia antes de la celebración del Comité Provincial del partido, señalando que la deuda acumulada es consecuencia directa de un historial de infrafinanciación que afecta a la comunidad.
Caballero se refirió a un artículo del diario El Mundo que ponía en evidencia las divisiones entre los presidentes de comunidades autónomas del PP respecto a la condonación de la deuda. En sus declaraciones, el vicepresidente regional argumentó que esta deuda no es un problema aislado, sino que es el resultado de un modelo de financiación establecido hace 15 años que, según su perspectiva, desfavorece a Castilla-La Mancha. «Recibimos menos recursos del Estado de los que nos correspondan», afirmó Caballero, subrayando que esta situación deriva en servicios públicos insuficientemente financiados y en una creciente acumulación de deuda.
El líder socialista hizo un llamado a la «justicia», sosteniendo que la solicitud para condonar la deuda y ofrecer una contraprestación no es más que un acto para corregir una injusticia que la comunidad ha padecido durante años, exacerbada aún más en gobiernos socialistas, según su opinión. Insistió en que el tema de la financiación autonómica no debería ser objeto de debates interminables, cuando es evidente que Castilla-La Mancha, junto con otras regiones, no recibe los recursos necesarios.
Para resolver esta problemática, Caballero propuso la creación de un nuevo modelo de financiación que tome en cuenta las particularidades y necesidades económicas de cada comunidad. Así, argumentó, se podrá asegurar que todos los ciudadanos dispongan de los mismos derechos y oportunidades, mitigando así las diferencias entre las comunidades autónomas. Esta propuesta, considera Caballero, es crucial no solo para Castilla-La Mancha, sino para todo el país, al garantizar un desarrollo más equitativo y justo para todas las regiones.
