El emblemático juicio celebrado en Cuenca contra A.T.P., acusado de explotación sexual de dos menores, ha concluido con un notable acuerdo de conformidad que reduce considerablemente las penas inicialmente solicitadas por la Fiscalía. El acusado, quien participó de manera telemática, reconoció los hechos imputados, lo cual facilitó un pacto que rebajó la condena inicial de 35 años a 19 años y medio.
Desde el comienzo de la vista, A.T.P. admitió su culpabilidad, lo que permitió a la Fiscalía ofrecer una modificación en su escrito de acusación. Esta modificación, aceptada por la defensa del acusado, llevó a que el tribunal renunciara a las pruebas restantes, acelerando así el procedimiento judicial.
En cuanto a las penas impuestas, A.T.P. recibió una condena de diez años y medio por el delito continuado de agresión sexual a su hermano menor, lo que representa una reducción de dos años comparada con la solicitud fiscal inicial. Por otro lado, respecto a la segunda víctima, los dos delitos originalmente imputados se consolidaron en uno solo de agresión sexual continuada, disminuyendo así la condena de veinte a nueve años.
En lo relativo al ‘grooming’, o ciberacoso sexual de menores según el artículo 183 del Código Penal, la pena fue conmutada de tres años de prisión a una multa que se extenderá por 18 meses. Pese a estas reducciones de penas, se mantienen vigentes las restricciones que prohíben a A.T.P. acercarse a las víctimas, así como la prohibición de trabajar con menores durante 30 años.
Con este acuerdo, el juicio queda cerrado, quedando a la espera de la sentencia del juez que confirmará oficialmente las penas acordadas. Este caso ha destacado la importancia de la confesión del acusado en el proceso legal y el impacto de la colaboración entre la defensa y la Fiscalía en la administración de justicia.
