El Museo Nacional del Prado ha dado inicio a una exposición histórica que reúne por primera vez la mayoría de las obras que El Greco realizó para la iglesia del Monasterio de Santo Domingo el Antiguo en Toledo. Esta muestra sin precedentes estará disponible hasta el 15 de junio en la Galería Central del edificio Villanueva del Prado. La exposición cuenta con ocho de las nueve piezas encargadas por la iglesia, completadas en 1579 y que desde el siglo XIX han estado dispersas en diversas instituciones, incluyendo el Art Institute de Chicago y el propio Prado.
La obra principal de la exhibición es el retablo mayor, que gira en torno a la imponente tela de ‘La Asunción’, actualmente en el Art Institute de Chicago desde 1906. Este retablo está complementado por cuatro representaciones de santos: san Juan Bautista, san Juan Evangelista, san Bernardo y san Benito, y coronado con ‘La Trinidad’.
Además, la exposición presenta dos cuadros destinados a los laterales de la iglesia en Santo Domingo el Antiguo: ‘La Adoración de los Pastores’ y ‘La Resurrección’. La concepción original de estas obras marcó una evolución del retablo castellano tradicional, siguiendo el modelo veneciano, con una gran tela central como eje de la composición. Cuatro de estos trabajos fueron vendidos en el siglo XIX, comenzando por el primero en 1830.
Durante la presentación de la muestra, Alfonso Palacio, Director Adjunto de Conservación e Investigación del museo, destacó la importancia de reunir piezas que habían estado separadas durante más de un siglo. En la actualidad, la iglesia de Santo Domingo el Antiguo todavía conserva tres de estas obras: ‘San Juan Bautista’, ‘San Juan Evangelista’ y ‘La Resurrección’.
Las obras que se presentan tienen sus orígenes en la década de 1570, cuando El Greco recibió dos encargos significativos: ‘El Expolio’ para la Catedral de Toledo y los tres retablos del monasterio. La nueva iglesia, diseñada en estilo clasicista impulsada por las donaciones de doña María de Silva y Diego de Castilla, se convirtió en el lugar de descanso final para estos benefactores. Fue bajo la dirección de Luis de Castilla, hijo de Diego, que El Greco fue elegido para llevar a cabo el diseño de los retablos y las esculturas que embellecerían el templo.