Este año se conmemoran 30 años de la Declaración de Beijing, un hito en la historia de los derechos de las mujeres que marcó el compromiso de 189 países para garantizar la igualdad de oportunidades para mujeres y niñas en todo el mundo.
Tres décadas después, los avances son innegables: la igualdad de género es más tangible y visible, con mujeres ocupando espacios en ámbitos que antes les estaban vetados. Sin embargo, estos logros no han llegado solos, sino que han sido el resultado de la lucha incansable del movimiento feminista, de la resistencia y de la perseverancia de millones de mujeres que han alzado la voz en busca de justicia y equidad.
Los desafíos que persisten
A pesar del camino recorrido, la desigualdad sigue presente en múltiples esferas. Las mujeres continúan enfrentando tasas de pobreza más altas, salarios inferiores, violencia de género y barreras para acceder a puestos de liderazgo y toma de decisiones.
En sectores como la ciencia y la tecnología, las cifras reflejan una realidad preocupante: solo 1 de cada 3 investigadores en el mundo es mujer, lo que evidencia las dificultades que aún persisten para el acceso equitativo a la educación y el desarrollo profesional.
Un compromiso colectivo para cerrar la brecha de género
Hoy más que nunca, es momento de consolidar los derechos conquistados y de continuar la lucha por una sociedad donde la igualdad de género no sea solo un objetivo, sino una realidad inquebrantable. En un contexto global de polarización, es crucial recuperar el espíritu de unidad que inspiró la Declaración de Beijing y reafirmar el compromiso de construir un mundo más justo, igualitario y pacífico.
Este no es un desafío solo de mujeres. Es una responsabilidad compartida por toda la sociedad. La igualdad no es una lucha de unos contra otros, sino una meta común que solo puede alcanzarse trabajando juntos, mujeres y hombres, de la mano, por una sociedad más equitativa y con mayores oportunidades para todos.
Porque el presente y el futuro que soñamos empieza en cada uno de nosotros. La igualdad no es solo un derecho, es el camino hacia un mundo mejor.