Durante la Conferencia de Presidentes en Barcelona, Emiliano García-Page, líder de Castilla-La Mancha, ha elevado una petición contundente respecto a la financiación autonómica. García-Page ha urgido a establecer un diálogo inmediato sobre un nuevo modelo económico para las autonomías, sugiriendo que estas negociaciones se sitúen en un foro unificado que represente a todos los territorios.
El mandatario castellanomanchego ha puesto especial énfasis en la necesidad de perdonar la deuda acumulada por las comunidades, señalando específicamente el caso de su región. Según explica, Castilla-La Mancha ha sufrido una infrafinanciación prolongada, lo que ha llevado al aumento de esta carga económica.
Desde su círculo cercano, se ha destacado que García-Page acusa al Estado central de beneficiarse desproporcionadamente del aumento de los ingresos fiscales, lo que habría favorecido más a las arcas nacionales en detrimento de las autonómicas. Enfatizando la urgencia de ajustar el modelo de financiación, García-Page ha indicado que resolver este asunto es crucial para encarar y subsanar los diversos retos que las comunidades autónomas enfrentan hoy en día.
En un movimiento más polémico, García-Page ha criticado fuertemente la decisión de los partidos independentistas catalanes de no participar en la mesa de negociación. Subrayó la importancia de un espacio singular de diálogo para discutir la distribución de recursos, pidiendo establecer fechas y proponer soluciones concretas. Esta demanda busca poner fin a una gestión económica que ha calificado como «yo invito y tú pagas», con la meta de impulsar una gestión más equitativa y efectiva de los recursos a nivel nacional.