A veces, el poder de la comunidad se manifiesta de forma más potente que cualquier acuerdo formal o burocrático. Este fin de semana, los pueblos de Corral de Calatrava y Puertollano unieron sus fuerzas por Daniela, una adolescente de 14 años que enfrenta a diario el desafío de una enfermedad renal crónica. Su rutina incluye viajes constantes al Hospital La Paz de Madrid para recibir diálisis, un esfuerzo titánico que comparte con su madre, Jezabel Romero, quien se encuentra en una difícil situación económica y sin apoyos formales.
El llamado solidario reunió a más de 500 personas que convirtieron la jornada en un verdadero acto de amor y apoyo. Los asistentes no solo disfrutaron de un espectáculo variado, sino que formaron parte de una gran muestra de humanidad y solidaridad.
El grupo musical Arte y Compás, que llevaba un lustro alejado de los escenarios, hizo su regreso en esta ocasión especial, demostrando que hay momentos por los que siempre vale la pena volver. También se sumaron al evento la murga Vaya Trola, la comparsa La Victoria, y los talentosos Claudia Barrero y Mayka Sanz, quien con el acompañamiento del guitarrista Inda Sánchez, brindó una actuación memorable. Todos los artistas unieron sus talentos desinteresadamente, movidos por una sólida causa común y sin esperar ninguna otra recompensa que no fueran las sonrisas del público.
La gala, magistralmente dirigida por Ana Contreras, periodista de COPE Puertollano, combinó música y humor, logrando conmover a todos los presentes. Entre los asistentes, destacaron las figuras de los alcaldes de Puertollano, Miguel Ángel Ruiz, y de Corral de Calatrava, Andrés Cárdenas, así como la concejal de Bienestar Social, Sagrario Almodóvar y el concejal Félix Canal. Ellos, junto a los demás participantes, demostraron que el verdadero protagonismo reside en la capacidad de los vecinos para hacer vibrar los corazones al «ritmo» de Daniela.
Este evento solidario no solo fue una celebración de música y arte, sino una clara manifestación de la fuerza de la comunidad cuando decide unirse por una causa noble. La resonancia de este gesto no solo ha llenado de esperanza a Daniela y su madre, sino que también ha fortalecido el lazo entre los pueblos, mostrando el poder transformador de la solidaridad.