El granizo se ha convertido en un fenómeno cada vez más frecuente e intenso en España, transformándose de un evento estacional a una amenaza constante que afecta diversas regiones del país. Este cambio obliga a reconsiderar las estrategias de protección en sectores como la agricultura, los vehículos y las infraestructuras.
Recientemente, el litoral mediterráneo y comunidades como Cataluña, Comunidad Valenciana, Albacete, Murcia, Almería, Aragón, Navarra, País Vasco, Valladolid y Salamanca han sufrido los efectos más contundentes. En 2025, Castilla y León y Madrid también se han visto afectadas, mostrando un desplazamiento notable de las zonas de riesgo tradicionales.
El impacto económico del granizo es significativo. Según datos de Unespa, en 2023 las indemnizaciones por fenómenos meteorológicos alcanzaron los 847 millones de euros, de los cuales 200 millones se destinaron a cubrir daños por granizo. Los cultivos afectados comprometen cosechas enteras, las infraestructuras dañadas complican la actividad económica local y numerosos vehículos deteriorados afectan la movilidad de los ciudadanos.
Frente a esta problemática, empresas como Lever Touch están desarrollando respuestas innovadoras y sostenibles. Esta compañía emplea la técnica PDR (Paintless Dent Repair) para reparar vehículos sin necesidad de repintar, minimizando así el impacto ambiental y contribuyendo a los objetivos de descarbonización del sector.
La prevención es fundamental para mitigar las pérdidas relacionadas con el granizo. Los expertos destacan la importancia del seguimiento de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y la adecuación de pólizas de seguro con coberturas específicas. Asimismo, se recomienda reforzar las medidas de protección física, como cubiertas móviles para cultivos o aparcamientos, para reducir los daños directos.
Este fenómeno no solo subraya la realidad de la crisis climática, que más allá de elevar temperaturas y provocar sequías, intensifica episodios extremos, sino que también impone retos económicos y sociales a medida que el granizo amenaza con seguir en aumento, especialmente durante la primavera y el verano.