Los bomberos forestales de las bases de Montes Claros y El Vado han manifestado su profunda indignación ante la ausencia de activación para combatir el incendio del pasado domingo en el Pico del Lobo, en Peñalba de la Sierra, Guadalajara. A pesar de contar con recursos disponibles, como camiones y Equipos de Protección Individual (EPI), junto a personal cualificado, no fueron llamados para participar en la extinción del fuego. En su lugar, se desplazaron recursos autonómicos y estatales desde otras localidades, lo que generó frustración entre los bomberos locales.
A través de un comunicado, el cuerpo de bomberos cuestionó la decisión de no activar las zonas de despacho automático ni las colindantes, como debería haberse realizado según el convenio vigente, que establece la movilización del personal en horario de prevención, de 8:00 a 15:00 horas. La inactividad impuesta dejó una sensación de impotencia tanto en el personal como en los vecinos de la zona, quienes se preguntaban por la falta de intervención cuando era evidentemente necesaria.
Los bomberos explicaron que durante el tiempo del incendio estaban dedicados a labores de prevención, pero no recibieron la orden de intervenir, lo cual ha provocado una crisis de confianza en la gestión de emergencias de la región. Expresaron su preocupación por la insuficiente cobertura en zonas de alto valor ecológico en Guadalajara, especialmente al compararla con otras provincias donde la campaña de extinción ha sido ampliada.
“Consideramos que las decisiones adoptadas no han sido las más adecuadas para proteger el Parque Natural”, señalaron, destacando que la gestión de esta emergencia ha evidenciado el lema de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha: ‘No pasa nada hasta que pasa’. La percepción es que se ha puesto en riesgo innecesario tanto el entorno como la seguridad de los vecinos y la eficacia de su labor profesional.