Este miércoles, en un episodio que añade tensión a las ya complejas negociaciones laborales en Ciudad Real, la Federación de Empresarios de Ciudad Real (FECIR) no compareció en una sesión convocada por el Jurado Arbitral Laboral de Castilla-La Mancha. Esta reunión tenía como objetivo mediar en el estancado proceso de negociación del convenio provincial de Siderometalurgia, un paso crucial antes de que los trabajadores puedan proceder a una huelga legalmente respaldada.
El convenio, que caducó en diciembre de 2024, ha sido motivo de disputa durante los últimos siete meses. Las negociaciones entre las partes no han logrado avanzar, lo que ha llevado a los sindicatos CCOO y UGT a movilizarse. Estos sindicatos han manifestado que las propuestas presentadas por la patronal son inaceptables, detallando que implican un retroceso significativo en los derechos de los trabajadores. Entre las principales críticas se encuentra una subida salarial considerada insuficiente, que además no incluye una revisión en función del Índice de Precios al Consumo (IPC), lo que podría afectar el poder adquisitivo de los empleados.
La ausencia de la FECIR en la mediación es vista por los sindicatos como una falta de compromiso, lo que podría endurecer aún más las posturas de los trabajadores. La paciencia está llegando a su límite, y los empleados insisten en que la patronal debe evitar dilatar más un proceso que ya se encuentra significativamente atrasado.
El escenario plantea un punto crítico en las relaciones laborales del sector siderometalúrgico en la región, con un creciente descontento entre los trabajadores que exige una pronta solución a esta paralización que amenaza con desembocar en medidas de presión más intensas.


