La provincia de Cuenca ha concluido la campaña de incendios forestales de 2025 con un resultado notablemente positivo, registrando solo 66,95 hectáreas de terreno afectadas por el fuego desde el 1 de enero hasta el 15 de octubre. Esta cifra representa una reducción del 97% respecto al año anterior, cuando los incendios devastaron 2.293 hectáreas, en gran parte debido al incendio de Valverdejo. Este éxito coloca a Cuenca como la provincia con menor superficie dañada por incendios forestales en España durante este año.
Los resultados se presentaron en el Centro Operativo Provincial (COP) de la mano de la delegada de la Junta en Cuenca, Marian López. En la presentación estuvieron presentes también el delegado de Desarrollo Sostenible, José Ignacio Benito; el jefe del Servicio de Incendios Forestales, Félix Mateo; el delegado provincial de Geacam, Eduardo Mena; y el coordinador provincial de los Agentes Medioambientales, José Azcoitia, todos ellos miembros del Plan Infocam.
Durante el periodo mencionado, se registraron un total de 278 siniestros. De estos, 262, que constituyen más del 94%, fueron considerados conatos, es decir, incendios de menos de una hectárea. Un total de 90 incidentes ocurrieron en áreas forestales, mientras que el resto se produjo en superficies agrícolas.
A pesar del incremento en el número total de incidentes, que subió de 188 en 2024 a 278 en 2025, López subrayó que la rápida actuación de los equipos ha evitado que la superficie afectada fuera considerable. La delegada destacó la profesionalidad del dispositivo de incendios en Castilla-La Mancha y la relevancia de la sensibilización, dado que alrededor del 80% de los incendios tienen su origen en causas humanas, principalmente imprudencias.
La delegada remarcó que los resultados obtenidos no son fruto del azar, sino del compromiso constante de Castilla-La Mancha con la prevención y la extinción de incendios, destinando este año un total de 116 millones de euros a estas tareas, de los cuales 23,2 millones fueron para la provincia de Cuenca.
Durante la campaña en Cuenca se desplegaron 6 medios aéreos, 49 terrestres, 35 puntos de vigilancia, y se contó con la colaboración de más de 600 profesionales, incluidos técnicos, personal de extinción, y agentes medioambientales. En labores de prevención, se actuó en 2.533 hectáreas a través de tratamientos selvícolas y quemas prescritas, además de acondicionar 3,73 hectáreas de cortafuegos y mantener 162,57 kilómetros de caminos forestales en colaboración con la Diputación.
López concluyó recordando que, aunque la campaña de alto riesgo haya finalizado, las labores preventivas no cesan. «Finaliza la campaña, pero empezamos de nuevo con las labores de prevención porque, como he dicho, en Castilla-La Mancha el dispositivo trabaja todo el año para anticiparse al fuego», afirmó, reiterando el compromiso de seguir trabajando en la protección del entorno natural de la región.

















