Hace unos días comenzábamos las obras de la cubierta del Templo Parroquial, cuyo arte constructivo, retablos y cuadros, conforman el elemento más emblemático de nuestro pueblo.
Los mayores recordarán que hace 38 años, Don Pedro Roncero, efectuó una gran obra en el tejado del Templo colocando la cubierta que hoy vemos. Seguramente, aquella obra se hizo para evitar las goteras y las grietas que estaban apareciendo. Este trabajo se realizó contando con los conocimientos que, por aquellos años, se tenían sobre la arquitectura de los templos. Efectivamente, teja a teja se cambió la cubierta, pero no se tocó al entramado de maderas y vigas que lo configura. Ese era realmente el problema, no las tejas ni la cubierta, sino todo aquello que lo sostiene y lo mantiene colocado. este entramado es lo que falló, seguramente desde su construcción en el siglo XVIII, y sigue fallando ahora.
Años después, 18, don Miguel Ángel Angora terminó la obra que había iniciado don Agustín Garrido, y le dio otro repaso a la cubierta y a la bóveda que, de nuevo, dejaban «sentirse». Se quitaron las grietas que afeaban el templo y se corrigieron los defectos que estaban surgiendo por la mala distribución del sobrepeso de la estructura, las roturas de algunas vigas y maderas, y los puntales que, evitando un mal mayor, se habían colocado directamente sobre la bóveda. Esta actuación, con buena voluntad, había sido un grave error ya que todo el peso del tejado recaía sobre la bóveda y que la estaban rajando. Ese es el problema. Si quitamos los apoyos de la cubierta que reposan sobre la bóveda se caería la cubierta, y si seguimos dejando los puntales, seguimos dañando la bóveda. Sin duda, nos dicen los técnicos, que el terremoto y las nieves caídas el año pasado, han colaborado para que este deterioro vaya más rápido. Nos hemos puesto en contacto con el arquitecto daimileño Don Francisco Simal, que actualmente está reconstruyendo la Parroquia de Argamasilla de Calatrava. Ya ha visitado varias veces nuestro templo y ha confirmado la gravedad de la situación de la Parroquia y la urgencia por empezar las obras.
Con el visto bueno del Obispado diocesano, y con los permisos oportunos de Ayuntamiento, durante el mes de junio se han estado «curando» las heridas del Templo, pero no sanándolas a fondo. Es decir, se están colocando unos tensores a lo largo de toda la bóveda y quitando las maderas que actúan mal sobre ella, para evitar que el deterioro vaya a más.
Mientras se realiza esta primera actuación, el arquitecto está preparando un dossier descriptivo de toda la obra posterior, la costosa, la que quiere sanar definitivamente el Templo Parroquial. Esta memoria se enviará al Obispado de Ciudad Real para que nos tramite una ayuda ante la Delegación del Patrimonio de Castilla-La Mancha. Para ser aceptado hacen falta muchos papeles y no es seguro que nos lo acepten. Hay muchas necesidades en la Región.
El proyecto que se está elaborando, calcula que el coste de la obra prevista ascienda a unos 500.000 euros, cerca de 80 millones de las antiguas pesetas. No sabemos cómo hacer frente a esta cantidad, pero somos conscientes que si no llevamos a cabo esta obra, más pronto que tarde, la cubierta caería sobre la bóveda y… no sabemos las consecuencias. Por esto, las obras de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, es una cuestión de todos. Creyentes y no creyentes. Paracticantes o no. Es compromiso de todos. en esta Parroquia hemos recibido el bautismo, nos hemos casdo, hemos celebrado acontecimientos familiares con nuestros hijos, hemos despedido a nuestros difuntos, hemos compartido nuestra fe. Ahora es el momento de ayudarla afectiva y efectivamente.
Os pedimos vuestra ayuda: es una auténtica necesidad. Si queréis, podéis ayudar con vuestro donativo en cualquier entidad bancaria de la localidad, a nombre de «OBRAS EN LA PARROQUIA», podéis hacerlo llegar a cualquiera de los dos sacerdotes, a los miembros del Equipo de Economía odirectamente en las colectas de las misas.
«Si el señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles«, nos dice el salmo 126 de la Biblia. Oremos también al señor para que solucionemos pronto este problema y la Virgen Inmaculada que nos ayude con su protección.
Recibid un cordial saludo.
Vuestros sacerdotes
El Equipo de Economía Parroquial
La Comisión de Obras.
Fuente: Periódico «Parroquia en Marcha». Núm. 222, Junio 2008.
pp. 12-13.