José Antonio Marina defendió en Herencia que aprender a vivir y convivir tendría que ser una asignatura permanente en la sociedad

José Antonio Marina defendió en Herencia que aprender a vivir y convivir tendría que ser una asignatura permanente en la sociedad

José Antonio Marina defendió en Herencia que aprender a vivir y convivir tendría que ser una asignatura permanente en la sociedad 3Informa: [J. C. / ] [Herencia]. Lanza Digital.

El reputado filósofo y pensador José Antonio Marina (Toledo 1939) estuvo esta semana en Herencia  (Ciudad Real) impartiendo una lección inaugural del curso académico, donde aseguró que “aprender a vivir y convivir tendría que ser una asignatura permanente” en la sociedad. El autor del libro de texto de la asignatura Educación para la Ciudadanía, de editorial SM, habló para LANZA sobre esta asignatura cuya implantación está siendo tan polémica, pareciéndole sin sentido la polémica cuando en el año 2000, en la Conferencia de Lisboa, el Gobierno español aprobó su implantación junto al resto de la Unión Europea. Y en su mensaje incidió mucho en difundir que hay que “cuidar e instruir a las parejas en el respeto y la buena educación”.

Pregunta.- ¿Ha escrito dos libros sobre cómo aprender a vivir y a convivir, en qué se fundamentan?
Respuesta.- Se trata de hacer valer los dos grandes objetivos de la educación de las personas, que tengamos recursos intelectuales, emocionales y morales para vivir y convivir.

P.- ¿En los momentos de crisis que vivimos pareciera que también las relaciones afectivas se resienten?
R.- En momentos de crisis, se endurecen las relaciones de todo tipo, al fomentarse un individualismo muy fuerte, sobre todo cuando aún se notan los coletazos de los cuarenta años de régimen autoritario que tuvimos en determinadas generaciones de españoles. Tras ese régimen, conseguimos una explosión de derechos y libertades. Y por eso, tanta gente se separa y vive sola. Quizá falta volver a desarrollar sentimientos de convivencia, y no ir a las relaciones con la premisa de la provisionalidad. Ahora las relaciones son mercuriales, nos faltan sistemas claros de vinculación.

P.- ¿Y por qué cree que nos faltan?
R.- Quienes mantenían la estabilidad familiar eran las mujeres, las cuales antes aguantaban carros y carretas, ya sabemos la anécdota de aquella mujer que acudió a denunciar a su marido, y en comisaría le preguntaron si le pegaba su marido y ella respondió: “Mi marido me pega lo normal”. Por fortuna, la revolución de las mujeres ha permitido su evolución silenciosa y su incorporación a la vida pública y a la política. Ahora por tanto hemos de replantearnos la convivencia teniendo en cuenta esta premisa, quien vaya contra ella, está abocado al fracaso.

P.- ¿Por qué cree que no están funcionando las relaciones personales o qué habilidades debemos transmitir al conjunto de la sociedad?
R.- Debemos transmitir habilidades a las parejas, que son el motor de la sociedad y de la familia. Enseñarles a unificar motivaciones aunque cada miembro de la pareja tenga características distintas; aprender a valorar las cosas que se tienen y no sólo detenernos en aquellas de las que se carecen; necesitamos vivir cómodamente, y sentir que progresamos en algo dentro de la pareja, no estancarnos, evolucionar. Es comprensible las neurosis que sufrían antes las amas de casa porque no se les reconocía su labor, sentían que no progresaban. Y ante, todo el fundamento principal de la convivencia, como he remarcado antes en mi charla en Herencia, es el respeto mutuo y la buena educación. Ya está bien eso de reivindicar lo contrario, justificándolo con un “es auténtico”, “bruto, pero de buen corazón”, o como decía no sé quien: “Tengo un burro muy auténtico pero pega unas coces”. El respeto y la buena educación resulta crucial en cualquier relación.

P.- Usted fue uno de los precursores de Educación para la Ciudadanía e incluso en su web personal www.joseantoniomarina.net incluye una sección reivindicativa “movilización educativa”, a favor de la misma, ¿qué le parece la polémica existente al respecto?
R.- Es una polémica sin sentido. A los padres se les ha dado un mensaje falso desde determinadas asociaciones de familia y desde la Conferencia Episcopal. Luego existen disparates que llegan a la ridiculez, como en Valencia, que se van a gastar 10 millones de euros de dinero público, imbécilmente gastados, en dar la asignatura en inglés.

P.- ¿Pero no dábamos ya ética y filosofía en Secundaria?
R.- En efecto, toda esta protesta me parece una impostura, cuando ya había una asignatura, como era Etica en 4º de ESO, y en tutorías hablábamos de estos temas. Y ahora unos cuantos lo toman como campo de batalla. Precisamente Amnistía Internacional acaba de declarar que le parece ridículo el debate cuando en la Conferencia de Lisboa en el año 2000, todos los países, incluido nuestro presidente de entonces, Aznar, votaron a favor de la implantación de Educación para la Ciudadanía. Y en todos los países europeos se imparte Educación para la Ciudadanía y Derechos Humanos, ahí está el caso del Reino Unido.

P.- Usted ha publicado más de una docena de libros, en su labor de estudio de la inteligencia y el pensamiento divergente, ¿Con qué anda ahora?
R.- Preparo un libro sobre el poder, que quiero presentar en diciembre con el título “La Pasión del poder”

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