Ruta de Don Quijote. Nuevo desaguisado de la JJCC de Castilla-La Mancha

Ruta de Don Quijote. Nuevo desaguisado de la JJCC de Castilla-La Mancha

Detalle del título del folleto informativo en FITUR 2017

En 2005, al amparo de la celebración del cuarto centenario de la publicación de la primera parte del Quijote de Cervantes, la JJCC de Castilla-La Mancha, trazó la RUTA DE DON QUIJOTE, proclamándola como «el corredor ecoturístico más largo de Europa», con aspiración de ser «catalogada por sus valores culturales y medio-ambientales como Patrimonio de la Humanidad”. Diez tramos propuestos, 2.500 km de caminos rehabilitados y 148 lugares por atravesar, han quedado, solo diez años después, en uno de los mayores fracasos culturales de España. Eso sí, no se han exigido responsabilidades a quienes idearon este monumental disparate y gastaron muchísimo dinero público en la ejecución y publicidad de esta Ruta.

Y llegamos a la Feria Internacional de Turismo 2017 (FITUR). En el pabellón de Castilla-La Mancha nos presentan una nueva RUTA DE DON QUIJOTE. No hay información sobre si es modificación de la anterior o es un nuevo proyecto, lo que si tiene es el mismo título. Tampoco sabemos si la anterior se mantendrá o directamente quedará en el olvido absoluto.

Detalle del título del folleto informativo en FITUR 2017
Detalle del título del folleto informativo en FITUR 2017

En el folleto informativo distribuido en FITUR podemos leer los objetivos  de la nueva Ruta:

 “Las geografías del Quijote se mueven, como no puede ser de otra manera, entre la realidad y la ficción, motivo por el cual siempre ha habido un gran empeño en desentrañar los itinerarios de Alonso Quijano y Sancho como uno de los misterios que escondía la fantasía de Cervantes. La ruta seguida en sus aventuras ha sido, además, siempre motivo de interés para cervantistas y geógrafos.

El ir y venir de don Quijote por las páginas del libro constituye un detallado recorrido por la geografía de la Mancha, plagado de todas las contradicciones y saltos de tiempo y de espacio que la ficción puede permitirse aunque perfectamente reconocible, motivo por el cual nuestra primera propuesta de Ruta está basada en la novela, contemplando escrupulosamente el orden de las salidas de don Quijote y los itinerarios seguidos dentro de los límites de Castilla-La Mancha y que denominamos RUTA LITERARIA DEL QUIJOTE.

Para poder plantear una ruta lo más fidedigna posible y con arreglo a las distintas aventuras, queremos acercar al viajero a recorrer los territorios de Castilla-La Mancha en los que suceden cada una de ellas siguiendo los planteamientos, ya expuestos en el S. XVIII en dos mapas: el trazado por Tomás López, según las observaciones de don José de Hermosilla, publicado por la Real Academia Española en Madrid en 1780, y el dibujado por Manuel Antonio Rodríguez, según los estudios históricos de Juan Manuel Pellicer, impreso en Madrid por Gabriel de Sancha en 1798”

Esta Ruta plantea dos itinerarios, uno literario y otro turístico, identificando a cada uno de ellos como: RUTA  LITERARIA DEL QUIJOTE y RUTA TURISTICA DEL QUIJOTE. Considerando, que turísticamente el interés del viajero y de los recursos a ofrecer, pueden ser muy variados, y que estarán lo suficientemente valorados por los Técnicos de Turismo de la JJCC, solo centro mis comentarios y crítica en la RUTA LITERARIA DEL QUIJOTE. Itinerario cervantino muy buscado desde el siglo XVIII por quienes intentan hallarse en mitad de un camino y sentándose sobre una piedra leer un pasaje de la obra, ese pasaje de la obra que allí se encuadra, sintiéndose estar en el mismo lugar por donde Cervantes en sus viajes, a lomos de una mula, pasó y retuvo en su genial memoria aquel paraje para, años después, imaginar a don Quijote allí.

Como he mantenido en numerosos artículos, Cervantes utiliza la geografía real que conoce para enmarcar, en ella, las aventuras de ficción de don Quijote. Estas aventuras trascurren por caminos y parajes, especialmente manchegos, haciendo del Quijote una obra de caminos y parajes, no de lugares. La geografía del Quijote no se mueve entre la realidad y la ficción, la geografía del Quijote simplemente es real. Y este espacio geográfico manchego es el que el viajero literario quiere conocer, recorriendo a pie o a caballo, en bicicleta o en todoterreno, esos caminos y parajes que Cervantes  inmortalizó en su obra, como recurso literario, para contarnos la historia de don Quijote.

Los autores de esta Ruta pretenden justificar su itinerario literario, y las críticas que seguro les llegarán, con las “contradicciones y saltos de tiempo y de espacio” que la obra tiene. Cervantes es el autor del Quijote y él dispone de la geografía, del espacio y del tiempo, incluso del tempo lento de la obra, ajustándolo con el paso de Rocinante. Cervantes no persigue hacer una obra geográfica, de haber querido hacerla el uso de topónimos habría sido muchísimo mayor que los usados en el Quijote. Los posibles descuidos o contradicciones de Cervantes en el Quijote, no justifica que los podamos tener nosotros en su estudio geográfico, y menos para argumentar interpretaciones sobre la geografía, el espacio y el tiempo. Si Cervantes define un espacio y un tiempo entre parajes o lugares, no tenemos licencia alguna para agrandar o acortar ese espacio y tiempo a nuestro antojo, con el fin de justificar, en este caso, el itinerario literario propuesto en esta Ruta.

Afirman los autores de esta RUTA LITERARIA DEL QUIJOTE que “está basada en la novela, contemplando escrupulosamente el orden de las salidas de don Quijote y los itinerarios seguidos dentro de los límites de Castilla-La Mancha”. Esta afirmación es falsa. El itinerario seguido nada tiene que ver con lo escrito por Cervantes en la obra, siendo esto lo verdaderamente preocupante, pues, en lugar de ofrecer un itinerario caminero que aún existe, fiel al Quijote, y esto, es lo que esperan encontrar los visitantes cervantinos del todo el mundo que se acerquen a la Mancha, se ofrece un itinerario que poco o nada tiene de lo descrito en el Quijote. Al viajero que se desplaza desde su país, o desde cualquier parte de España, para recorrer estos caminos y parajes, con su Quijote en la mochila, no se le puede engañar.

Tampoco se puede entender que los autores de esta RUTA LITERARIA DEL QUIJOTE utilicen mapas muy antiguos, sin precisión literaria, para justificar el trazado de la Ruta. No sabemos si ha sido la precipitación, o, lo que es peor,  la ignorancia o miopía cervantina, la que ha hecho escoger como mapas de referencia los realizados a finales del siglo XVIII: “el trazado por Tomás López, según las observaciones de don José de Hermosilla, publicado por la Real Academia Española en Madrid en 1780, y el dibujado por Manuel Antonio Rodríguez, según los estudios históricos de Juan Manuel Pellicer, impreso en Madrid por Gabriel de Sancha en 1798”.

Detalle del Mapa dibujado por Tomás López. Los Mapas del Quijote (2005) © Biblioteca Nacional
Detalle del Mapa dibujado por Tomás López. Los Mapas del Quijote (2005) © Biblioteca Nacional
Detalle del Mapa dibujado por Manuel Antonio Rodríguez. Los Mapas del Quijote (2005) © Biblioteca Nacional
Detalle del Mapa dibujado por Manuel Antonio Rodríguez. Los Mapas del Quijote (2005) © Biblioteca Nacional

En la página web rutaquijote.com, se puede observar el mapa oficial de esta Ruta y la situación de las aventuras. El Quijote es una obra de caminos y no de carreteras actuales, por donde han marcado la Ruta. Aunque algunas partes de carreteras actuales fueran construidas sobre caminos ancestrales, aún existen los mismos caminos por donde Cervantes viajó -muy  alejados-, en muchos casos, de las carreteras de hoy.

Primera Salida. Este es el itinerario literario de la Primera Salida de don Quijote que la Ruta propone, en verde:

Detalle de la primera salida en rutaquijote.com
Detalle de la primera salida en rutaquijote.com

Texto de la Ruta:

“Primera salida (en solitario) parte de Argamasilla de Alba:

Cerca de Manzanares: Venta donde fue armado caballero; cerca de Membrilla: Aventura del muchacho Andrés; cerca de La Solana: Encrucijada donde estuvo dudando qué camino seguiría; cerca de Argamasilla: Aventura de los mercaderes donde quedó molido a palos y le condujo a su casa Pedro Alonso, su vecino».

La primera salida de don Quijote transcurre por un camino que le lleva, al final de un largo día de verano manchego, a una venta, para él castillo, donde iba a ser fraudulentamente armado caballero por el ventero. A la mañana siguiente, regresa a casa, evidentemente por el mismo camino, con la intención de hacerse especialmente con un escudero, tal y como el ventero le había recomendado. El itinerario propuesto por esta Ruta es inverosímil, al menos, por las siguientes razones:

  1. Cerca de Manzanares solo existía una venta en el camino de Manzanares a Alcázar de San Juan, llamada de Las Motillas. En el camino propuesto no había ninguna venta que Cervantes pudiese haber conocido.
  2. Don Quijote regresa a casa por el mismo camino que el día anterior le había llevado a la venta. Y es en este camino donde de frente se encuentra con los mercaderes que iban desde Toledo a Murcia. El regreso propuesto, además de no hacerse por el mismo camino, tampoco es el antiguo camino de Toledo a Murcia que conoció Cervantes, y en cualquier caso hacen a don Quijote, y al viajero literario, ir de Suroeste a Noreste, por lo cual tampoco podría encontrarse de frente con los mercaderes toledanos que llevaban sentido Toledo-Murcia, o lo que es lo mismo sentido Oeste-Este, evidentemente.

En resumen, ni existía una venta en ese camino, ni puede ser el camino que los mercaderes toledanos llevaban a Murcia. Proponen, en lugar de una Ruta literaria, una Ruta turística entre Argamasilla de Alba, Manzanares, Membrilla y La Solana, que nada tiene que ver con el texto de Cervantes.

Segunda Salida. Este es el itinerario literario de la Segunda Salida de don Quijote que la Ruta propone, en azul:

Detalle de la segunda salida (azul) en rutaquijote.com
Detalle de la segunda salida (azul) en rutaquijote.com

Texto de la Ruta:

«Segunda Salida (Con su escudero Sancho Panza)

Entre Argamasilla, Villarta de San Juan y Puerto Lápice: Aventura de los molinos de viento; Aventura de los frailes y el vizcaíno. Entre Puerto Lápice, Villarrubia de los Ojos (Tablas de Daimiel), Malagón, Daimiel, Peralvillo, Ciudad Real y Miguelturra: Bosque donde durmió con los cabreros y asistió al entierro de Grisóstomo; Aventura de los yangüeses; Venta donde Don Quijote tuvo y acaecieron mil sucesos, donde le curaron la ventera y su hija y se hizo el bálsamo de Fierabrás y mantearon a Sancho; Batalla de los dos ejércitos de ovejas y carneros; Aventura del cuerpo muerto donde tomó el nombre del Caballero de la Triste Figura; Aventura de los Batanes.

Entre Almagro y Bolaños de Calatrava: Aventura con el barbero, a quien robó el yelmo de Mambrino: Entre Valdepeñas y Almuradiel: Aventura en la que da libertad a los galeotes. Cerca de la Venta de Cárdenas: Se oculta y hace penitencia en el corazón de Sierra Morena. Aventura de la hermosa Dorotea o de la doncella menesterosa. Desde este sitio condujeron a D. Quijote a la venta y desde ella lo llevaron a su casa enjaulado; siguiendo la ruta por Castellar de Santiago, La Torre de Juan Abad y Villanueva de los Infantes»

Si la propuesta de Primera Salida que sugiere la Ruta puede ser un error de orientación en el camino elegido desde Argamasilla de Alba, esta propuesta de Segunda Salida es un auténtico disparate geográfico, si leemos el Quijote de Cervantes, por estas razones:

  1. Cervantes hace salir a don Quijote y a Sancho por «la misma derrota y camino que el que él había tomado en su primer viaje», esto es, nuestro hidalgo manchego sale de su pueblo por el mismo camino y sentido que en su primera salida, en mitad de la noche. Y al amanecer, habiendo pasado por tanto muy pocas horas, «descubren treinta o pocos más, desaforados gigantes» para don Quijote o molinos de viento para nosotros. Los autores de esta Ruta en lugar de ser coherentes a su propuesta de Primera Salida, no llevan al viajero cervantino  hacia Manzanares, sino esta vez, lo hacen hacia Villarta de San Juan, donde en época del autor del Quijote no había ni un solo molino de viento contra el que don Quijote pudiese entrar en combate. Es reconocido por la gran mayoría de cervantistas e historiadores que el único lugar de la Mancha que contaba en aquella época con tantos molinos de viento, y que por alguna razón  conoció Cervantes, es Campo de Criptana. Este es evidentemente el paraje donde don Quijote demuestra su valentía, pero increíblemente esta Ruta lo obvia.
  2. La venta cervantina de Sierra Morena la sitúan «Entre Puerto Lápice, Villarrubia de los Ojos (Tablas de Daimiel), Malagón, Daimiel, Peralvillo, Ciudad Real y Miguelturra». Podemos entender que, en la sucesión de aventuras que amontonan en su propuesta, podrían estar pensando, como se apunta en los mapas de Tomás López y Manuel Antonio Rodríguez, cerca de Malagón. Desde esta venta de Malagón proponen al ya incrédulo viajero literario, con su Quijote en la mano, que se dirija después hasta «cerca de Venta de Cárdenas»  para descubrir en un camino los parajes donde don Quijote se adentra en Sierra Morena para hacer penitencia. El mismo punto del camino de Sevilla donde don Quijote y Sancho Panza se encuentran con los galeotes, y el cura, el barbero y Cardenio conocen en un arroyo, junto al camino, a Dorotea.  Pero antes, nuestro visitante cervantino, tiene que pasar por Daimiel, Carrión de Calatrava, Fernán Caballero, Ciudad Real, Miguelturra, Almagro, Bolaños, Valdepeñas, Santa Cruz de Mudela y Almuradiel.En algún sitio de la carretera, el viajero perplejo de lo que le está pasando, abre su Quijote y lee algo que siempre ha leído: «Concertáronse que por entonces subiese el cura, y a trechos se fuesen los tres mudando, hasta que llegasen a la venta, que estaría hasta dos leguas de allí…» Y seguro se preguntará: ¿Han leído los autores de esta Ruta este dato concreto de distancia  que Cervantes nos deja escrito, en el capítulo XXIX de la primera parte del Quijote?

    Para Cervantes, conocedor del camino a Sevilla, la distancia que hay entre este punto del camino, desde el que don Quijote se retira a su penitencia, y la venta cervantina de Sierra Morena es de dos leguas, unos doce kilómetros. En estos doce kilómetros Cervantes enmarca todas las aventuras que a don Quijote y Sancho les ocurren en Sierra Morena. Y esta RUTA LITERARIA DEL QUIJOTE, pretende que el viajero cervantino, lector y conocedor de esta corta distancia en un camino con una densidad de aventuras cervantinas increíble,  se traslade solo ¡¡160 kilómetros!!, y esto, si lo hace en línea recta y sobre Clavileño… Si se afirma que la «propuesta de Ruta está basada en la novela, contemplando escrupulosamente el orden de las salidas de don Quijote y los itinerarios seguidos dentro de los límites de Castilla-La Mancha y que denominamos RUTA LITERARIA DEL QUIJOTE», no sé qué pensará, nuestro visitante de los manchegos llegado ya a este punto, de su forma de interpretar un texto y la forma de medir distancias. Lamentablemente pensará que se le está tomando el pelo y malgastado su tiempo y dinero en una Ruta que no es la que él quería recorrer.

  3. El regreso a casa de don Quijote desde este punto cercano a Venta de Cardenas, que propone la Ruta es: “Desde este sitio condujeron a D. Quijote a la venta y desde ella lo llevaron a su casa enjaulado; siguiendo la ruta por Castellar de Santiago, La Torre de Juan Abad y Villanueva de los Infantes». Cuesta ya entender todo esto. La venta que describe Cervantes hacia donde se dirigen Dorotea, el cura, el barbero, Cardenio, don Quijote y Sancho Panza, es la misma venta donde llegan después de la aventura de los yangüeses, hace don Quijote el bálsamo de Fierabrás y es manteado Sancho. Los autores de esta Ruta, sitúan esta venta cerca de Malagón, y pretenden que nuestro, ya sufrido y enfadado visitante cervantino, vuelva hasta allí. Pero, sin embargo, ahora lo llevan a otra venta, ¡pero si solo Cervantes describe una venta en este Quijote que he leído tantas veces!, pensará nuestro viajero, a la Venta de Cárdenas, para desde allí regresar a casa por Almuradiel, Castellar de Santiago, Torre de Juan Abad y Villanueva de los Infantes, donde no continúan  el camino hasta Argamasilla de Alba, el lugar de origen de las tres salidas en esta Ruta.Ni en el Quijote de Cervantes hay dos ventas, ni esta puede estar en este camino conocido como de Despeñaperros. A la venta cervantina, del Quijote de Cervantes, llega desde Madrid don Luis y su hija Clara, dirigiéndose a Sevilla donde embarcarían rumbo a México. Este camino podría ser hasta aquí, pero don Luis y su hija viajaban en coche de caballos, siendo este camino de Despeñaperros, en la época de la escritura del Quijote, de herradura. Además de ser muy peligroso por los bandoleros que entre sus riscos aguardaban a los viajeros, solo se podía atravesar a pie o a lomos de una caballería, imposible en coche de caballos. Han de pasar más de ciento cincuenta años de la escritura de esta primera parte del Quijote para que un coche de caballos pudiese atravesar Sierra Morena por este camino. Evidentemente este no es el camino donde estaba situada la venta cervantina.

Tercera Salida. Este es el itinerario literario de la Tercera Salida de don Quijote que la Ruta propone, en naranja:

Detalle de la tercera salida (naranja) en rutaquijote.com
Detalle de la tercera salida (naranja) en rutaquijote.com

Texto de la Ruta:

Tercera Salida. “Tercera Salida (Con su escudero Sancho Panza) parte de Argamasilla de Alba pasando por Tomelloso hacia Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, Miguel Esteban para llegar a El Toboso donde vive la Aventura de las aldeanas y encuentra a Dulcinea encantada. Cerca de Los Hinojosos vive la Aventura del carro de las Cortes de la Muerte. Cerca de La Osa de la Vega trascurre la Aventura del Caballero del Bosque. Continúa camino hacia Belmonte y con dirección a Villarrobledo a mitad de camino sucede la Aventura de los leones. Pasa por Villarrobledo y cerca de Munera tienen lugar las Bodas de Camacho. Pasando por El Bonillo en dirección a Osa de Montiel y Ruidera llegamos al territorio donde se vive la Aventura de la Cueva de Montesinos. Cerca de Socuéllamos es donde se encontró al paje y mozo de las alabardas. Cerca de Las Pedroñeras vivió la Aventura del Rebuzno. Cerca de San Clemente se encontraba la venta donde Maese Pedro hizo sus habilidades con los títeres y el mono adivino.”

Teniendo en cuenta lo escrito por Cervantes, esta parte de la Ruta de la tercera salida de su pueblo de don Quijote, es, como mínimo, un despropósito literario-geográfico. Don Quijote decide ir esta vez a Zaragoza, pero no sale de su casa por el mismo camino que en las dos anteriores salidas, sino que lo hace por un camino que le lleva directamente a El Toboso: “que desde agora en el camino del Toboso comienzan”. Y es en este punto donde comienza este desatino de tercera salida de don Quijote propuesta por la Ruta, según estas consideraciones:

  1. La Ruta describe de que forma, para llegar a El Toboso don Quijote, y nuestro mosqueado y ya cansado viajero literario, debe de seguir el camino de Tomelloso, Alcázar de San Juan, Campo de Criptana (por fin verá los ansiados  molinos de viento, iconos de la Mancha de don Quijote) y Miguel Esteban. ¡¡Pero si hay un camino derecho que va de Argamasilla de Alba a El Toboso!! (como podemos ver en este detalle del Mapa Topográfico Nacional de 1886).

    Detalle del plano MTN50-0714-1886. © IGN
    Detalle del plano MTN50-0714-1886. © IGN
  2. Ya tenemos, por fin, a nuestro viajero cervantino en El Toboso. Cervantes imagina a don Quijote y Sancho Panza entrar en esta preciosa villa manchega por la noche y darse contra el muro de su iglesia. Ante la imposibilidad de encontrar a su ansiada Dulcinea, amo y escudero salen del pueblo casi al amanecer y “a dos millas del lugar hallaron una floresta o bosque”. Es en este lugar donde a primera hora de la tarde se produce el encuentro con las tres labradoras, encantadas según don Quijote, pues poco antes eran Dulcinea y dos doncellas suyas. A dos millas, que es poco más de dos kilómetros, donde se produce este encuentro. Decepcionado y pensativo don Quijote del resultado de tan extraño encuentro, Cervantes nos describe como  “soltó las riendas a Rocinante, el cual sintiendo la libertad que se le daba, a cada paso se detenía a pacer la verde yerba de que aquellos campos abundaban”. Y es cuando de frente se encuentran con la carreta de comediantes que iban a representar esa tarde, el auto de Las Cortes de la Muerte, al pueblo del que venían don Quijote y Sancho, El Toboso. Habían representado el mismo auto por la mañana en el pueblo hacia el que se dirigían don Quijote y Sancho Panza. Esta aventura, que se produce esa misma tarde, y termina de nuevo a la entrada de El Toboso, con los comediantes esperando a pedradas a amo y escudero, tal y como Cervantes nos describe.  Esta Ruta  sitúa esta aventura cerca de Los Hinojosos, habiendo pasado antes por Mota del Cuervo. Es evidente que los autores de esta Ruta no han seguido lo escrito en el Quijote.
  3. Desde el encuentro con la carreta de Las Cortes de la Muerte, hasta que llegan al pueblo del Caballero del Verde Gabán, don Quijote y Sancho pasan la noche, de nuevo en un bosque, cerca de donde terminan la aventura con los comediantes. A ese mismo bosque, llega por la noche ya, Sansón Carrasco disfrazado del Caballero del Bosque. Es al amanecer, cuando don Quijote vence al Caballero del Bosque, y siguiendo el camino son alcanzados por don Diego de Miranda, sucediendo poco después la aventura de los leones, para llegar a comer a casa de don Diego. Por tanto, según el texto cervantino, en una mañana se desplazan desde el lugar donde se encuentran con el Caballero del Bosque, bosque cercano a El Toboso, y llegan a comer al lugar y casa de don Diego. La Ruta propone, que esto ocurra entre La Osa de la Vega y Villarrobledo, pasando antes por Belmonte. Además de no ser fiel al texto en la geografía donde se produce, intenta hacer creer al abatido visitante literario  que Rocinante ha recorrido en una mañana más de 60 km. Distancia que si para un caballo normal, como la yegua de don Diego, es imposible en media jornada al paso, para el flaco y débil de Rocinante es una quimera.
  4. Si bien es cierto que desde la Cueva de Montesinos hasta ver el Rio Ebro, Cervantes no nos deja nada más que la referencia geográfica del juramento de Sancho Panza del ¡Voto a Rus!, relacionado con San Clemente, donde en sus inmediaciones podría estar la venta donde se encuentran con maese Pedro y el mono adivino, la Ruta propone, al ya desconsolado viajero, ir a San Clemente por Ruidera, y casi llegando a Argamasilla de Alba,  le hace   ir de nuevo a Tomelloso, y desde aquí, pasando por Socuéllamos y Las Mesas, llegar a Las Pedroñeras, para después desviarse hacia El Provencio y por fin poner rumbo a San Clemente. Como desde que don Quijote sale de la Cueva de Montesinos, ya con la intención de irse hacia Zaragoza, hasta que llega a la venta del ¡Voto a Rus!, Cervantes lo narra en una tarde, los autores de la Ruta, se toman la licencia de hacer un poco más de turismo y en una tarde manchega hacen que don Quijote sobre Rocinante camine más de 120 km. Difícil para nuestro famoso caballo, que con hacer quince kilómetros en una tarde ya se ha ganado el pan al llegar a la cuadra de la venta. Nuestro ilustre visitante cervantino ha terminado. No tiene ningún reconocimiento que dé fe de la sinrazón de Ruta vivida, tampoco la espera. Solo ha venido a la Mancha,  desde cualquier punto del mundo, con la esperanza de recorrer los caminos y ver los parajes por donde Cervantes llevó a don Quijote. Con su Quijote en la mochila se marchará quizás frustrado de haber creído y seguido esta Ruta que la JJCC de Castilla-La Mancha ha presentado en FITUR 2017.

Considero muy acertado, reflexionar sobre la fracasada RUTA DE DON QUIJOTE del 2005 promoviendo dos nuevas Rutas, una literaria y otra turística, para que el viajero opte por una u otra, o incluso poder mezclarlas, según sus prioridades y gustos personales. Lo que no se puede, ni se debe hacer, es  anunciar al mundo una RUTA LITERARIA DEL QUIJOTE que “está basada en la novela, contemplando escrupulosamente el orden de las salidas de don Quijote y los itinerarios seguidos dentro de los límites de Castilla-La Mancha”, sin ser fiel con la propia novela, llevando al viajero literario por carreteras que en muchos casos no coinciden con los caminos que pudo conocer Cervantes y en la ficción  don Quijote. Pésimo favor, a quienes vengan a hacer esta RUTA LITERARIA DEL QUIJOTE creyendo que se le oferta, desde la propia JJCC de Castilla-La Mancha, un recurso fiel a la novela que ha leído, y, fascinado por ella, quiere ver lo mismo que Cervantes vio, e hizo ver a sus personajes.

Quizá el error del equipo que ha propuesto esta Ruta es basarse en unos mapas históricos, creyendo que eran fieles a la novela, sin comprobarlo. Como hemos podido ver, sin entrar en muchos detalles, estos mapas no recogen la geografía real del Quijote de Cervantes, ni en el tiempo ni en el espacio. Cervantes no quiere dejarnos el nombre del lugar de don Quijote, es él el autor, pero sí nos deja la comarca o el espacio manchego donde sin duda se encuentra y desde el que hay que comenzar a seguir la novela. Este espacio geográfico central del Quijote está entre los lugares nombrados textualmente de: Quintanar de la Orden (lugar donde Sansón Carrasco va a comprar unos famosos perros pastores y de donde es el ganadero Juan Haldudo), El Toboso (lugar de Dulcinea, tan cercano al de don Quijote), el siempre olvidado Tembleque (lugar donde Sancho Panza también va a segar en verano desde su pueblo) y Puerto Lápice (lugar donde se encontraban unas ventas en tiempo de Cervantes y hacia el que se dirige don Quijote una vez vencido por uno de los molinos de viento). Espacio manchego atravesado por el camino de Toledo a Murcia, por el que don Quijote de regreso a casa es molido a palos por uno de los mozos de mulas de los mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia. Y espacio geográfico en el que se encuentran los molinos de viento de Campo de Criptana esperando, encantados en descomunales gigantes, a don Quijote al amanecer al poco de salir de su casa en mitad de la noche. Olvidarse de estos lugares nombrados para ubicar el origen de don Quijote, es condenar a la RUTA LITERARIA DEL QUIJOTE a un nuevo fracaso.

Pocos son los lugares manchegos, además de estos, los nombrados en el Quijote, que por el mero hecho de estar nombrados no pueden ser el lugar del hidalgo Alonso y su vecino Sancho, por expreso deseo e intención de Cervantes: «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme …». Esta Ruta propone como lugar de don Quijote, origen y final de las salidas, a Argamasilla de Alba. La «… Argamasilla, lugar de la Mancha en vida y muerte del valeroso don Quijote de la Mancha…» nombrada textualmente así en el Quijote de Cervantes al final de la primera parte. Que Argamasilla de Alba es el lugar de don Quijote, del Quijote apócrifo de Avellaneda, no cabe la menor  duda porque así lo dejó escrito y «… el Licenciado Alonso Fernández de Avellaneda, natural de la villa de Tordesillas» en 1614. Pero esta Ruta es la del Quijote de Cervantes, quizá aquí radique el error.

Un artículo de Luis M. Román Alhambra que nos enviaron desde la Sociedad Cervantina del Lugar de don Quijote.

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