En las Cortes regionales de Castilla-La Mancha, el Grupo Parlamentario Vox ha expresado su preocupación respecto a la necesidad de un Plan Nacional del Agua para enfrentar los desafíos de sequía que afectan al campo de la región. Durante el debate sobre la política general de la Consejería de Agricultura, el diputado de Vox, Iván Sánchez, criticó la gestión del agua por parte del Gobierno regional, acusando al PSOE de mala administración y señalando tanto a este partido como al PP por ignorar la seriedad del problema.
Sánchez resaltó que, aunque los embalses se encuentran por encima de la media en la comparación con los últimos diez años, ciertas áreas de la región siguen padeciendo recortes en el suministro de agua potable. «Desde agosto, nueve municipios del sur de Albacete enfrentan restricciones de suministro debido a la falta de lluvias», destacó. Además, atribuyó esta situación a la «desidia» de los partidos en el poder, que, según afirmó, han cedido ante la Agenda 2030 y al Pacto Verde europeo, perjudicando así la soberanía alimentaria y energética de Castilla-La Mancha.
La resolución propuesta por Vox, que fue rechazada con 14 votos a favor y 17 en contra, incluía medidas concretas para los municipios afectados, la modificación de la Política Agraria Común (PAC) para beneficiar a las explotaciones agrícolas y la derogación del canon del agua. Estas propuestas surgen en un entorno donde el descontento entre los agricultores es cada vez más evidente.
Desde las filas del Partido Popular, el diputado Santiago Lucas-Torres advirtió sobre el creciente descontento entre agricultores y ganaderos, quienes, según él, están al borde de la movilización por sentirse desatendidos. Lucas-Torres subrayó la necesidad de priorizar la gestión de la sequía debido a las significativas pérdidas en sectores clave como el viñedo y la ganadería, y defendió la propuesta de convocar una mesa de sequía en Castilla-La Mancha y adoptar medidas de emergencia para mitigar la crisis.
La respuesta del PSOE fue articulada por Antonio Sánchez Requena, quien descalificó las críticas del PP y destacó que ya se han destinado más de 100 millones de euros en ayudas por sequía. Defendió la administración del Gobierno Regional y criticó a los populistas por intentar utilizar esta crisis con fines electorales, enfatizando que la inversión en regadíos es prioritaria para abordar la situación.
Por su parte, el consejero de Agricultura, Julián Martínez Lizán, cerró el debate refutando las acusaciones de Vox y subrayó las inversiones en regadíos y la planificación de nuevas obras hidráulicas. Afirmó que hay 186.000 hectáreas de nuevos regadíos en proceso y un compromiso para ampliar esta superficie en el futuro. En respuesta a las críticas sobre la implementación de ayudas, aseguró que el Gobierno está trabajando para asegurar que los recursos económicos estén disponibles en el momento adecuado, refutando así las acusaciones de inacción de los partidos opositores.
En resumen, el debate en las Cortes refleja una creciente preocupación por la sequía en Castilla-La Mancha, en un contexto de acusaciones de abandono y mala gestión, mientras que los distintos partidos políticos presentan sus propuestas para resolver una crisis que afecta a miles de agricultores y ganaderos en la región.
