El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, ha supervisado personalmente el inicio de las obras que buscan revitalizar la ribera del Casco Histórico, un proyecto ambicioso que se extenderá desde el puente nuevo de Alcántara hasta los molinos de Daicán. Este emprendimiento tiene como meta recuperar el entorno natural del río Tajo, que ha permanecido en estado de abandono durante años. La iniciativa forma parte del Plan Territorial de Sostenibilidad Turística en Destino de Castilla-La Mancha, enmarcado dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y financiado con los fondos Next Generation de la Unión Europea.
El contrato fue adjudicado a la empresa Trento Arquitectura SL, con un presupuesto de 412.945,45 euros, y se espera que la intervención, que abarca una superficie de 15.453,72 metros cuadrados, se complete en un plazo de seis meses.
El concejal de Fondos Europeos, Juan José Alcalde, ha destacado que el proyecto está diseñado para impulsar el desarrollo del patrimonio cultural y natural, así como para mejorar el entorno medioambiental. Este esfuerzo incluye la naturalización de las riberas con vegetación autóctona que se ajusta al entorno urbano-industrial en desuso, que se ha desarrollado a lo largo de los años alrededor del Tajo.
El margen derecho del río, al paso por el Casco Histórico, alberga caminos, bancales, praderas y equipamientos urbanos, conformados desde la década de 1990. Este paisaje se integra armónicamente con las edificaciones industriales que alguna vez estuvieron en uso, como los azudes y molinos.
Entre las acciones específicas del proyecto, se encuentra la retirada de vegetación seca, la poda selectiva, y el refuerzo de taludes. La renovación del camino existente incluye la instalación de pavimento de granito natural antideslizante, garantizando así la accesibilidad para todos. Además, se construirá una nueva escalera en la plaza del Diamantista para mejorar el acceso y dar continuidad a la senda, beneficiando tanto a residentes como a turistas.
La puesta en marcha de este proyecto representa un paso crucial hacia la conservación y valorización del entorno del Tajo, asegurando la preservación de su riqueza natural y cultural para las generaciones futuras, y promoviendo un turismo sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
La finalización de estas obras supondrá un avance significativo para Toledo, al ofrecer un espacio renovado que acentúa tanto la historia como la belleza natural de la región.