El pasado mes de abril, con motivo de la conmemoración del Día del Libro y la Semana de la Biblioteca, El Rondadías recogió el testimonio de Ana Fernández-Conde Díez, bibliotecaria de la Biblioteca Municipal «Miguel de Cervantes» que nos abrió una puerta a su trabajo y a lo que cuece entre esas paredes llenas de sabiduría. Aquí tenéis la entrevista completa.
» Leer es bueno siempre, aunque sea el HOLA»
Érase una vez una Conde(sa) que pasaba largas horas encerrada en su castillo. Todo el pueblo la conocía por su nombre, Ana, y de ella alababan su elocuencia en la conversación, la elegancia en las formas y su solícito trato. Su fortín no era un alto torreón con almenas sino una amplia estancia repleta de libros: enciclopedias, novelas románticas, históricas y también detectivescas, poemarios, ensayos, y aquellos que ella más quería por encima de todo, libros de cuentos. Ana estaba enamorada de los cuentos. Coleccionaba libros de cuentos y contaba cuentos. Ana era la celosa cuidadora de aquella riqueza cultural pero a la vez la más feroz promotora del placer de la lectura. Ana Conde era algo más que la bibliotecaria de la villa de Herencia. Se trataba de una suerte de Pepito Grillo de las letras, que picaba conciencias a todo aquel que, por osadía, distraimiento o casualidad, cruzaba el umbral de su recinto nada sagrado. Sobre todo era el hada madrina de los niños, a los que dejaba la boca abierta con sus palabras mágicas en tardes de cuentos con pan y chocolate. Un día, El Rondadías feroz la secuestró en una mañana de domingo, cuando se encontraba lejos de su santuario, y presionada por terribles amenazas inenarrables tuvo que confesarse en lo que a continuación se transcribe.
¿Qué significa ser bibliotecaria exactamente?
Para mi es el oficio más bonito del mundo. La biblioteca es la puerta de acceso a la información y a la cultura para todos y la bibliotecaria es la mediadora entre los usuarios y ese océano de información. No se trata sólo de colocar libros en una estantería. Primero hay que seleccionar los materiales, adquirirlos, someterlos a un proceso técnico de catalogación y clasificación, organizarlos de forma sistemática para que posteriormente se puedan recuperar y, por supuesto, llevar a cabo las estrategias necesarias para fomentar el uso y consulta de esos materiales. Es un trabajo enormemente creativo en el que, a veces, ejerces de psicóloga, de maestra, de confidente e incluso de adivina. La biblioteca es un espacio dinámico al que hay que dar vidilla.
¿Pero puede haber vidilla en un sitio donde te mandan callar constantemente?
Eso era antes. Ahora no tiene absolutamente nada que ver. Al menos en las bibliotecas municipales. Alguna gente incluso se queja del jaleo. Lo que no se puede pretender es que vengan unos niños a hacer trabajos con cartulinas y estén en silencio; o que venga una madre con su niño a contarle un cuento y esté callada. Es imposible. Lo que sí se procura, evidentemente, es un cierto orden.
¿Alguna reivindicación pendiente desde tu puesto de bibliotecaria municipal?
(Toma aire. Respira. Piensa) Creo sinceramente que la biblioteca municipal de Herencia está bien valorada en general. Pero sabemos que tenemos que llegar a otra mucha gente que no cree que también haya lugar para ellos porque la ven quizás como algo muy serio. Me gustaría romper los estereotipos de lo que antes eran las bibliotecas. La gente debería abrir su mente un poco y ver que la biblioteca ofrece muchos recursos, aunque sea leer el periódico, o consultar internet. Puede estar presente en cualquier ámbito: desde el área de deportes que organice algunas jornadas temáticas y podamos facilitarle material; a cualquier asociación de vecinos que esté preparando algún evento y también podamos asistirles… Eses es un buen objetivo a alcanzar.
Por otro lado, me gustaría contar con más recursos económicos, aunque en los tiempos que corren, tampoco puedo quejarme. Agradezco infinito que este año no haya habido recortes presupuestarios para la biblioteca. Pero he de decir que el presupuesto que tenemos ahora es el mismo de hace muchos años mientras que las actividades han aumentado. De este modo te las ves y te las deseas para sacarlas adelante.
¿Quién pone la pasta?
El Ayuntamiento y la Junta de Comunidades. La Junta nos subvenciona para actividades 2.500 euros anuales, y para adquisición de fondos, un porcentaje en función de lo que aporta el Ayuntamiento. La Junta exige a los Ayuntamientos aportar a las bibliotecas un mínimo económico. Este año el Ayuntamiento de Herencia ha destinado más de lo exigido, pero no porque haya aumentado la partida presupuestaria sino porque la Junta ha bajado este año los mínimos establecidos, pero el Ayuntamiento ha decido mantener su aportación.
Hace poco la biblioteca de Herencia ha ganado un premio, dotado con material bibliográfico, de la Federación Española de Municipios y Provincias a un proyecto de dinamización. Pero también aspiráis a otro superior y en metálico. ¿Qué vais a hacer?
Se trata del premio María Moliner en el que existen tres categorías: mejor labor bibliotecaria, mejor programa de dinamización y mejor programa de integración sociocultural. Nosotros queremos trabajar por la integración sociocultural y tenemos un proyecto en mente, en colaboración con la ONG Proyecto Solidario, que consiste en hacer un hermanamiento con unas bibliotecas de Tetuán (Marruecos). Pretendemos hacer un programa de concienciación en Herencia que muestre otras realidades, partiendo de nuestra biblioteca, y dirigido fundamentalmente a niños, para que puedan valorar lo que aquí tenemos y conocer cómo viven otras comunidades menos favorecidas. También queremos hacer trabajos de colaboración, de modo que puedan elaborarse materiales de animación a la lectura útiles para la población de Tetuán, y actividades de intercambio entre nuestros usuarios y los de la biblioteca de Tetuán.
Además de bibliotecaria eres una cuentista. ¿Iniciativa personal, o gajes del oficio?
Las dos cosas. Tenemos una asociación que se llama Asociación Cultural Pirujas que se dedica a contar cuentos. La idea se inició en la biblioteca porque organizábamos actividades para contar cuentos a los niños del colegio. Nos gustó la experiencia y decidimos aprovecharlo para contar cuentos no solo en Herencia. Así fue como accedimos a la Guía de Recursos de Animación a la Lectura de Castilla-La Mancha, un mecanismo de la Junta que utilizan los bibliotecarios de la comunidad para organizar actividades. Llevamos casi 10 años contando cuentos por los pueblos de la región. Es una manera muy bonita de animar a leer. Trabajas con la narración oral que para mí es muy importante y que no debe perderse. Que los niños se acostumbren a escuchar cuentos hará que les gusten los cuentos, y si les gustan los cuentos no les importarán leerlos. Y, aunque no es una regla fija, es posible que si de pequeño lees cuentos de mayor seas un buen lector.
¿Tan importante es leer?
A mí me lo parece. No voy a decir que leer es imprescindible y primordial porque hay mucha gente que no lee y es feliz. Pero sí creo que se lo pierden. Leer tiene muchos beneficios. Entre otras cosas porque, a parte de lo típico de que te hace vivir experiencias y viajar a otros sitios donde jamás lo harías, creo que es alucinante ser capaz de experimentar sensaciones, emociones, miedo, risa, llanto, únicamente gracias a lo que tu imaginación crea a partir de las palabras de un libro. Es un antídoto ideal contra la soledad, contra el desamor, contra el aburrimiento… Leer es bueno siempre, aunque sea el HOLA. Cualquier cosa que leas te muestra otras realidades. Y creo que cuantas más realidades conozcas mayor será tu capacidad crítica y de entender a la gente y al mundo. Evidentemente, no todas las lecturas son iguales, ni todo me gusta. Me gustan los libros, pero no me gustan todos los que leo. No pasa nada.
¿Llegarán a prestarse libros electrónicos?
Se prestarán. Aun tenemos poca información sobre los eBooks pero es una realidad que, aunque no sea inmediata, sí es inevitable. En este sentido las bibliotecas jugarán un papel distinto al actual para el que debemos de estar preparados. El mundo editorial va a cambiar. Tendremos que adaptarnos. Lo que sí creo que me parece imposible, pero imposible, imposible, es que ese cambio suceda con los libros infantiles. No me lo imagino. A mí me fascinan los libros infantiles. (En estos momentos Ana se levanta, y casi con la ilusión de una niña se acerca a la estantería de su casa y comienza a sacar y enseñar cuentos infantiles, con coloridos desplegables, juegos de papel, alegría visual por doquier). Esto, que es el Pollo Pepe, no se puede hacer en un eBook..
¿Cuál es el libro más prestado?
Va por modas. Este año es la trilogía de Millenium. Estos tres libros no duermen en la biblioteca. El año anterior, El niño de pijama de rayas y, por supuesto, Harry Potter.
Entonces la lectura no es algo tan idílico como se nos pinta. ¿Somos borregos culturales influidos por el marketing y la sociedad de consumo?
Es cierto que nos dejamos influir por las tendencias pero después de leer el libro uno tiene la suficiente capacidad crítica para discernir si le gusta o no. Evidentemente siempre hay gente que hace todo lo contrario. Basta que sea un best-seller para que no quiera leerlo. Aparte, está la labor del bibliotecario para ayudar al lector y recomendarle. Yo no me leo todos los libros, pero me guío por las opiniones de los lectores. Me cuentan su percepción y conozco el perfil de los usuarios, por tanto, si a una persona con un perfil determinado le ha gustado un libro sé que a otra persona con un perfil parecido posiblemente le guste también, así que se lo recomiendo. De todos modos siempre digo: prueba con éste y si no te gusta, lo traes. No pasa nada por dejar un libro a medias. Libros hay muchos. Me parece que los libros están hechos para disfrutar y además tienen un momento. Puede ser que no es que no te guste, sino que no es el momento. Evidentemente hay que darle una oportunidad al libro, pero creo que no es necesario terminarlos por obligación.
¿Y qué me dices de los clubes de lectura de la biblioteca?
Me gustan mucho los clubes de lectura porque hacen la lectura infinitamente más enriquecedora. Ahora mismo tenemos cuatro y cada uno tiene sus peculiaridades. El más masivo y variado es el de adultos. El de los clásicos es el menos numeroso, pero me parece una forma ideal para acercarse a los clásicos de la literatura universal, que muchas veces produce rechazo porque parece muy difícil de entender. El de las mujeres mayores es el que más ha evolucionado de todos. Cuando empezamos había mujeres que no se habían leído un libro entero en su vida y ahora los devoran que da gusto. Me dicen: “mi marido se pone a ver el fútbol y yo aprovecho para leer el libro”. Eso antes ni se les ocurría. Debaten cada vez más y con mayor actitud crítica. Y esa actitud crítica para con los libros no deja de ser una actitud crítica para con la vida. Con los libros se les abre la mente porque ven realidades distintas a sus modos de pensar. Eso es muy positivo. El club de los jóvenes es un mundo aparte. Ahora tienen 15 años y es más un grupo de amigos que otra cosa, pero si de paso sirve para que lean algo y sacar provecho de esa lectura: bienvenido sea.
¿Qué te aporta la biblioteca?
(Suspira) La biblioteca es un lugar extremadamente dinámico que te permite desarrollar muchas facetas. Además a nosotros nos dejan hacer. Supongo que esto es así porque no lo haremos muy mal del todo. Es muy gratificante comprobar que los usuarios confían en ti para que les recomiendes sus lecturas, o que los más pequeños te saluden con efusividad por la calle porque les resultas cercana (después de los cuentacuentos te miran como si fueras un personaje famoso, es muy gracioso). Es un trabajo muy enriquecedor en el que continuamente estás aprendiendo e inventando.
Ana, recomiéndame un libro por favor.
¿Qué te gusta? ¿Lees de todo o de nada?… Pues entonces, un libro que recomiendo mucho: El vuelo de la ibis escarlata.
Entrevista realizada por: Ismael G. Calcerrada: «Un día con Ana Fdez. Conde» en «El Rondadías», abril 2010, nº 15, pp. 8-9 .